Compliance: Horror minimalista
2 minutos de lectura
Bienvenidos a una nueva nota de Revista Sincericidio. El primero de mayo fue el día del trabajador, y se me vino a la mente un film tan extraño como perturbador: Compliance (2012), de Craig Zobel.
Por Gastón Oliver
Este es el tipo de películas que cuanto menos sepas, mejor. Solo voy a decir la trama en una oración: una trabajadora de comida rápida es acusada de robo y puesta en interrogatorio al fondo del local por un supuesto policía que está al teléfono.
La trama es simple, inquietante y basada en un hecho real. Sucede todo en una locación y la tensión en la película es algo que está constantemente en crecimiento.
Una representación de lo que puede llegar a hacer una persona por el simple hecho (o excusa) de seguir órdenes de un superior.
Llega un momento en que uno piensa “esto no pudo haber sido verdad, es demasiado inverosímil”. Pero lo fue. Y ha sucedido no una, sino muchísimas veces en distintos locales de comida rápida en los Estados Unidos. Al ser EEUU no me sorprende.
Una paleta de colores amarillentos y fríos hacen del film una tortura que, al situar al espectador como un voyeur, genera cierta impotencia y hasta bronca por lo que sucede.

Si estás anímicamente bien y con una mínima fortaleza mental, Compliance te encantará. ¡Pero ojo! Por unos días te va a estar rumiando en la cabeza.
Calificación: Muy buena