Obsession: No se hace eso con la familia
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Series sobre obsesiones, desengaños, triángulos amorosos y traiciones hay a raudales, pero al menos quien les habla, no recuerda alguna producción reciente, donde el problema radique en que un padre está teniendo una aventura con la prometida de su propio hijo.
Por Jorge Marchisio
Y de eso trata Obsession, producida por Netflix, y donde veremos como William Farrow, en una fiesta, se encuentra con Anna Barton, con la que tiene un segundo despertar sexual incontrolable; pese a enterarse que es la futura esposa de su hijo. La mesa para la discordia está servida.
Con apenas cuatro capítulos de duración, esta aparente (no tendría motivos para continuar) miniserie de Netflix se presenta como un drama erótico, mostrando sus cartas desde un comienzo, ya que si bien en las escenas de sexo no se ve nada explicito, sí se toman la molestia de mostrar a los personajes haciéndolos bastante flojos de ropa, y por varios minutos; algo extraño en la plataforma de la N roja pero que se agradece que se arriesguen a hacer algo sin tanta mojigatería.
Y para lograr esto, se necesitaba al menos que la pareja de intérpretes principales, se comprometa, y vaya si lo hicieron. Tanto Charlie Murphy como Richard Armitage (Thorin en la saga El Hobbit) no solo demuestran tener química en pantalla, sino que en las escenas donde los vemos, por separado, replantearse lo que están haciendo, logran transmitir ese sentimiento de culpa que suponemos, deberían tener.
Pero hasta ahí llega lo interesante de la serie. El resto de los personajes, es decir, los secundarios, no solo casi que no aportan nada; sino que parecen vivir en un mundo idílico donde pese al comportamiento extraño de los “tramposos”, nunca sospechan de nada, al grado que incluso aquellos que, sí se enteran de lo que está sucediendo, deciden hacer como si nada pasara.

En conclusión, Obsession es una serie que recomiendo solo si les gustan ver propuestas subidas de tono, pero que no llegan a lo porno. Fuera de eso, Netflix nos trae otra serie olvidable, que solo recordaremos por alguna escena sensual y unos protagonistas que dieron demasiado en un proyecto que no los recompensó en nada.