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Monstruos clásicos: Creature from the Black Lagoon

11 minutos de lectura

Bienvenidos a una nueva nota de Revista Sincericidio. En esta nueva sección voy estar hablando sobre los monstruos clásicos de la Universal. Para comenzar, esta primera nota la voy a dedicar a mi personaje preferido: “Creature from the Black Lagoon” (El monstruo de la laguna negra), película de terror estadounidense de 1954, dirigida por Jack Arnold.

Fue producida por William Alland, con guion de Harry Essex y Arthur A. Ross, música de Henry Mancini, fotografia de William E. Snyder, y edición a cargo de Ted J. Kent. La distribuyó Universal Pictures. Se puede ver por HBO Max.

Por Daniel López Pacha

“Creature from the Black Lagoon” tuvo dos secuelas. “Revenge of the Creature” (1955), dirigida de nuevo por Jack Arnold y “The Creature Walks Among Us” (1956), dirigida por John Sherwood.

Sinopsis

Un grupo de científicos realiza una expedición en la Amazonia. Allí descubren una mano fosilizada que podría ser de un espécimen intermedio entre criaturas terrestres y marítimas. Deciden buscar el resto del cuerpo de la criatura y se embarcan en un barco hacia el lugar del hallazgo. Al llegar, se encuentran que los asistentes de uno de los científicos han sido asesinados. A pesar de no encontrar el resto del esqueleto en el lugar, cree que podría haber sido arrastrado al río y decide llegar a una laguna llamada “laguna negra”.

Durante la búsqueda, la criatura acecha al grupo y se muestra especialmente interesada en la novia de uno de los científicos. Después de diversos encuentros, lograron capturar a la criatura y encerrarla en una jaula, pero escapa y ataca a uno de los científicos. El monstruo rapta a la novia y la lleva a una caverna. Los científicos siguen al monstruo para rescatan a la joven, pero durante el enfrentamiento, el monstruo mata a uno de ellos. Malherido, el monstruo huye hacia las profundidades de la laguna.

Protagonizada por Julie Adams (Kay Lawrence), Richard Carlson (Dr. David Reed), Antonio Moreno (Dr. Carl Maia), Richard Denning ( Mark Williams), Nestor Paiva (Lucas), Whit Bissell (Dr. Edwin Thompson), Ben Chapman (Monstruo-escenas terrestres), Ricou Browning (Monstruo-escenas acuáticas), Bernie Gozier (Zee), Henry A. Escalante (Chico), Perry Lopez (Tomas) y Rodd Redwing (Luis).

Todo comenzó en 1941 en una cena íntima en la casa del renombrado director y actor Orson Welles. Entre los invitados se encontraron con la célebre actriz Dolores del Río y el destacado director de fotografía Gabriel Figueroa, reconocido por su trabajo en la película Ciudadano Kane. Fue en ese memorable encuentro donde el productor William Alland escuchó de los labios de Figueroa una enigmática leyenda acerca de una criatura anfibia de la región amazónica, hasta entonces desconocida, que recientemente raptaba a jóvenes vírgenes de las aldeas cercanas.

Fascinado por esta historia, el productor llevó a cabo la gran pantalla en una adaptación cinematográfica para Universal Pictures. Bajo la dirección de Jack Arnold, la película se creó una atmósfera terrorífica, basada en el temor a lo desconocido.

“Creature from the Black Lagoon” fue filmada en dos ubicaciones distintas para lograr una ambientación más auténtica. Las escenas del bote Rita en la Laguna Negra se rodaron en el estanque exterior del complejo de Universal City. Este fue transformado por los talentosos escenógrafos de la compañía para simular una exuberante selva brasileña prehistórica.

Por otro lado, las escenas submarinas y en las orillas de la laguna fueron filmadas en el impresionante rancho Wakulla Springs en Florida. En este lugar, el propietario había permitido que la flora del pantano creciera de manera natural alrededor de un manantial de aguas cristalinas, lo que resultó ser la ubicación perfecta para recrear la atmósfera deseada en la película.

La película se rodó desde el 13 de octubre de 1953 hasta el 15 de noviembre de 1953. Fue producida en el formato tridimensional (3D) y originalmente proyectada utilizando el método de luz polarizada. En aquel entonces, el público utilizó visores con filtros polarizadores grises, similares a los que se utilizaron hoy en día. Sin embargo, debido a que la moda de las películas en 3D de la década de 1950 se encontró en declive a principios de 1954, muchas audiencias optaron por ver la película en su versión bidimensional (2D).

Generalmente, se proyectaba en 3D en los grandes cines del centro, mientras que en los cines más pequeños de los vecindarios se mostraban en 2D. Posteriormente, en 1975, “Creature from the Black Lagoon” se relanzó en cines utilizando el formato anáglifo 3D, que requería gafas con lentes rojos y azules. Este mismo formato se transmitió en el lanzamiento de video casero en 1980, disponible en cintas Beta y VHS.

El icónico Gill-man, también conocido como la criatura que acecha a los protagonistas de la película, fue interpretado por dos talentosos actores: Ben Chapman y Ricou Browning. Chapman dio vida al monstruo en las escenas que se desarrollaron en tierra firme, mientras que Browning se encargó de las cautivadoras escenas acuáticas. La elección de Chapman para el papel se debió a su impresionante estatura de 1,98 metros, lo que le otorgó una presencia imponente.

Su traje de caucho, dividido en piezas articuladas, fue diseñado específicamente para el personaje y tuvo un costo de 18.000 dólares, reflejando la atención meticulosa que se dedicó a su creación. El proceso de montaje del traje requería alrededor de tres horas para garantizar un ajuste perfecto. Cada pieza fue ensamblada minuciosamente para asegurar que la criatura transmitiera la esencia temible y fascinante que la caracterizaba en la pantalla. Tanto Chapman como Browning dieron vida al emblemático Gill-Man en distintos entornos, y el diseño detallado del traje de caucho, junto con la dedicación de los actores, contribuyeron al éxito y la inmortalidad de esta icónica criatura cinematográfica.

El lento caminar de la criatura se debió a las secuelas de las heridas en las piernas que Chapman, un veterano de la guerra de Corea, había sufrido. Esto le provocó una cojera y un contoneo al andar. Además, los movimientos faciales del monstruo eran bastante limitados. Browning explicó que el efecto de movimiento en las branquias se logró mediante una pera de goma conectada a un tubo. Al apretarla con una de sus manos, la presión del aire hacía que las branquias se moviesen dentro hacia y hacia fuera. Por otro lado, la boca de la criatura era controlada por el actor moviendo su mentón.

En las tres películas, Ricou Browning fue el encargado de interpretar a Gill-Man en las escenas acuáticas. Sin embargo, cuando Gill-Man caminaba sobre tierra firme, el papel fue interpretado por diferentes actores en cada una de las películas. En la primera, fue Ben Chapman quien dio vida a Gill-Man, seguido de Tom Hennesy en la segunda y Don Megowan en la tercera.

“Creature from the Black Lagoon” marcaría un hito al convertirse en la primera producción en 3D con fotografía subacuática. Este logro se debe a la innovadora cámara desarrollada por el talentoso fotógrafo Scotty Westmore. Su diseño revolucionario consiste en dos cámaras cuyos lentes están cuidadosamente separados a una distancia proporcional a la separación natural entre los ojos humanos, permitiendo una visión tridimensional realista. Estas cámaras operan en perfecta sincronización y se encuentran protegidas dentro de una carcasa sellada herméticamente, garantizando su funcionamiento en el entorno acuático. Con esta tecnología pionera, la película abre nuevas fronteras visuales y nos sumerge en una experiencia cinematográfica sin precedentes.

La película tiene un subtexto erótico profundo que cautiva al espectador. Una escena memorable es cuando Kay nada luciendo un atrevido y revelador traje de baño, creado exclusivamente para Julie Adams, una de las estrellas más destacadas de Universal. Aunque Adams inicialmente no deseaba participar en esta película debido a sus compromisos contractuales, finalmente disfrutó mucho durante el rodaje.

Numerosos expertos consideran que esta escena es una representación estilizada de una relación sexual y es ampliamente reconocida como la escena de amor más icónica en toda la saga de monstruos de Universal. Cabe destacar que muchas de las escenas acuáticas de Kay fueron interpretadas por su doble Ginger Stanley, añadiendo un nivel adicional de destreza a la película.

La criatura, uno de los monstruos más reconocidos de Universal y posiblemente el que ha generado más merchandising, es un auténtico icono por derecho propio. Inicialmente, se encargó el diseño y la construcción a Bud Westmore y Jack Kevan del departamento de maquillaje de Universal, pero su propuesta original fue rechazada.

En una segunda propuesta, se planteó una criatura de piel lisa y brillante, similar a una anguila, pero las pruebas de cámara demostraron que no funcionaba en absoluto. Finalmente, la versión definitiva de la criatura fue propuesta por la diseñadora Milicent Patrick, miembro del equipo de Westmore. Patrick retomó la idea básica del diseño original, pero le añadió púas y escamas, volvió un aspecto mucho más salvaje y primitivo.

El traje del monstruo fue creado con gran atención al detalle. Primero se modeló en arcilla y luego se moldeó y vació en espuma de poliuretano. Después, se recubrió con látex y se pintó cuidadosamente a mano. Para lograr el efecto final, se cortó en pequeñas piezas que se adhirieron una por una al leotardo que el actor usaba en cada escena. Aunque en la mayoría de las fotografías promocionales, Gill-Man aparece con un color verde llamativo y labios carmesí, o en algunos casos un tono bronceado, el traje original fue diseñado en un musgo verde para permitirle camuflarse con la vegetación subacuática.

La máscara utilizada durante las escenas fuera del agua también presentó un ingenioso mecanismo basado en tubos de aire comprimido. Esto permitió que las agallas de la criatura se movieran alrededor de su mandíbula, añadiendo realismo a su apariencia. No obstante, había un desafío adicional: asegurar de que las piezas del traje se mantuvieran en su lugar. Para lograrlo, se utilizó pegamento industrial, el cual, lamentablemente, en algunas ocasiones se filtró a través del tejido del leotardo y causó dolorosas quemaduras en la piel de los actores. Se tomaron medidas para minimizar este inconveniente, pero en ocasiones era inevitable.

La creación del traje del monstruo fue un proceso meticuloso y detallado. Desde el modelado en arcilla hasta la pintura final. Cada cada etapa se llevó a cabo con precisión para dar vida a Gill-Man y hacerlo resaltar en su entorno acuático. Aunque algunos problemas surgieron en relación al uso del pegamento, se tomaron precauciones para evitar daños necesarios a los actores.

A medida que pasó el tiempo, se reveló que una mujer era el genio oculto detrás del diseño de El monstruo de la laguna negra. Milicent Patrick, una pionera en el género fantástico, cuyo nombre fue borrado debido a la envidia y al poder masculino. Bud Westmore, un hombre poderoso en la industria y con un apellido prestigioso en el maquillaje cinematográfico, desapareció su participación en el proyecto. La obligó a renunciar a su reconocimiento como creadora del monstruo y finalmente la expulsó de Universal y de la industria en su totalidad.

La llegada a Universal fue tan inesperada como los caminos que había recorrido anteriormente. Comenzó su carrera como actriz de reparto en varias películas del estudio, pero eventualmente encontró su lugar en el equipo de maquillaje de Bud Westmore. En Universal, el arte del maquillaje ya tenía un maestro reconocido: Jack Pierce, quien había creado la icónica imagen del monstruo de Frankenstein en el rostro de Boris Karloff y era idolatrado por los fanáticos. Milicent presentó sus bocetos a Westmore y le dio un nuevo rostro al mundo fantástico.

Milicent Patrick se destacó como diseñadora de criaturas que aterrorizaron a los temerosos ciudadanos de la década de los 50. Su obra inaugural fue la creación de la aterradora entidad amorfa en la película “Llegaron de otro mundo” (1953), dirigida por Jack Arnold y escrita por Ray Bradbury. El guion describe al extraterrestre “como una tela de araña que flota en el viento, de un blancoso y ominoso, similar a una medusa, que emite una suave luminosidad mientras se mueve, evocando el siniestro movimiento de una serpiente”.

En la Universal los ejecutivos se encontraron en una encrucijada, sin saber por dónde empezar. Sus oficinas estaban abarrotadas de docenas de bocetos, todos con diferentes variaciones de un brócoli con ojos intimidantes. Ninguno de ellos parecía viable para ser llevado a la pantalla grande. Sin embargo, todo cambió cuando Milicent descubrió un diseño original: una criatura de aspecto jurásico con un solo ojo, cuya presencia resultó amenazadora y desencadenó una serie de sensaciones extrañas y desconocidas.

Ella fue la responsable del diseño del hombre vestido de escamas, con ojos arrugados que mostraban una combinación entre características anfibias y humanas. Este personaje perseguía a la científica interpretada por Julie Adams en una película memorable. El diseño original y la confianza absoluta de los productores en la calidad de la película llevaron a organizar una gira promocional con el sugestivo título “La bella que creó a la bestia”.

Sin embargo, todo cambió cuando los radares de Westmore se encendieron. Primero, exigió que el título de la gira eliminara la palabra “creación” asociada a Milicent. Luego, comenzó una campaña para eliminar su nombre de los créditos y minimizar su contribución. Finalmente, mejoraron que la expulsaran del departamento de maquillaje. Milicent dejó Universal y nunca guardó rencor por aquel episodio.

Milicent Patrick se destacó como una pionera en el cine de animación, siendo una de las primeras mujeres en dedicarse a esta industria. Su contribución más destacada tuvo lugar en la película “Fantasía” (1940), donde fue la mente creativa detrás del monstruo Chernabog, una deidad eslava que cobró vida en uno de los momentos más impactantes de esta aclamada antología. Sin embargo, aquellos no eran tiempos fáciles, tanto para el mundo en general como para Milicent en particular. En medio de las crecientes tensiones laborales que afectaron al estudio, su romance con un compañero de trabajo salió a la luz, y lamentablemente, en septiembre de 1941 fue despedida.

Conclusión

“The Creature of the Black Lagoon”, es una alegría del entretenimiento que merece ser apreciada y redescubierta. Esta cautivadora historia se beneficia del enorme talento de Jack Arnold, uno de los directores más destacados en el género de la ciencia ficción y el cine fantástico de aquella época. Se ha convertido en un clásico del cine B, revitalizando a los icónicos monstruos de Universal y agregando una poderosa contribución a ese panteón de aberraciones y quimeras. El director mexicano Guillermo del Toro ha mencionado a ”Creature from the Black Lagoon” como una importante influencia para su película La forma del agua (2017).

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