Kazn: Tras un asesino en serie
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Kazn es una película de suspenso y misterio rusa de 2021, dirigida por el debutante Lado Kvataniya. Escrita por Olga Gorodetskaya y Lado Kvataniya. La fotografia fue de Denis Firstov, editada por Vladislav Yakunin, y la música estuvo a cargo de Kirill Rikhter. Distribuida por VLG.PELÍCULA. Obtuvo el premio en el Festival de SITGES como Mejor Ópera Prima.
Protagonizada por Niko Tavadze (Issa Davydov), Yuliya Snigir (Vera), Viktoriya Tolstoganova (Nadezhda), Daniil Spivakovsky (Miron), Yevgeni Tkachuk (Ivan Sevastyanov), Aglaya Tarasova (Kira), Igor Savochkin (Artur Khomraev) y Valentin Smirnitsky (General).
Sinopsis
Durante un largo periodo, las implacables fuerzas policiales rusas han estado tras la pista del esquivo y astuto asesino en la serie más buscado del país. Sin embargo, cada vez que lograron capturarlo, la prueba de su culpabilidad resulta escurridiza. A medida que la persecución se intensifica, la investigación se torna una lucha emocional y personal entre el incansable detective y el misterioso sospechoso.
El director ruso Lado Kvataniya presenta en su ópera prima una fascinante historia basada en impactantes asesinatos que conmocionaron a la Unión Soviética. Mediante una ingeniosa combinación de realidad y ficción, este talentoso cineasta de Moscú logra crear una obra que, a primera vista, puede parecer narrativamente sencilla, pero en realidad es mucho más compleja y profunda de lo que aparenta.
La película se desenvuelve en entornos casi siempre limitados, donde la tenue iluminación refleja el decadente estado social de la URSS. Sin embargo, la obra trasciende su mero propósito narrativo y se sumerge en cuestiones psicosociales más profundas. El crimen, en este contexto, se convierte en un fiel reflejo del colapso, tanto de un país, como de un sistema policial corrupto y de una sociedad sumida en la locura e inestabilidad.
La forma en que Kvataniya aborda los asesinatos y su contexto nos hace reflexionar sobre los aspectos más oscuros de la realidad soviética y la complejidad de las relaciones humanas. Su enfoque cinematográfico cautiva al espectador, llevándolo a explorar los matices de la psique y la sociedad en aquella época tumultuosa.
Con maestría, el director nos sumerge en una experiencia cinematográfica inolvidable, que no solo entretiene sino también provoca una profunda introspección en el espectador. El uso magistral de la luz en el largometraje, se pone de manifiesto en un elemento crucial, la poderosa presencia de luces rojas y sombras que simbolizan la decadencia y el caos. Indudablemente, este simbolismo desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la historia. Los ambientes cerrados contribuyen a la atmósfera opresiva, mientras que el enfoque en la psicología de los personajes enriquece la trama y ofrece una mirada más completa de aquel oscuro período de la historia soviética.
También cuenta con un par de emocionantes escenas de acción, la mayor parte de la trama se desarrolla a través de cautivadores diálogos que tienen lugar en el interior de cuatro paredes. Lo destacable es que en esta película, donde la acción se desenvuelve en un entorno mayormente tranquilo, a excepción de los planos secuencia fuera de la cabaña y en el bosque, la cámara nunca permanece quieta. Aunque todos los encuadres son estables, la principal herramienta que genera esta sensación de inquietud es el uso dinámico de la lente.
Conclusión
La ópera prima de Lado Kvataniya es una obra cinematográfica poderosa que va más allá de la narración de crímenes, alzándose como una valiosa exploración de la psicología humana y la sociedad en medio de un contexto histórico desafiante. Su habilidad para combinar elementos de realidad y ficción nos invita a reflexionar sobre la complejidad histórica de la condición humana y cómo esta se ve moldeada por los eventos sociales.
