Seytan: El Exorcista turco
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Navegando por Internet me encontré con esta bizarreada, una película denominada Turksploitation (subgénero del Cine Exploitation, del cual hablaré más profundo en una próxima nota). Se trata de “Seytan”, película de terror turca de 1974 que es una copia exacta de The Exorcist (1973) de William Friedkin, dirigida por Metin Erksan. El guion fue de Yilmaz Tümtürk, la fotografía de Nihat Cifteoglu, la edición de Ismail Kalkan, la producción de Hulki Saner y la música utilizada es la misma de la película original. La película se produjo con recursos limitados, lo que ha dado lugar a una calidad de imagen con cierto nivel de granulado y limitaciones visuales. En esencia, presenta una recreación fiel, escena por escena, de “El exorcista”, aunque con ligeras variaciones en algunos momentos.
“Seytan” es la palabra turca para “diablo” o “Satanás”. A menudo se usa para referirse a la encarnación del mal o un ser sobrenatural malévolo en diversos contextos religiosos y culturales.
Protagonizada por Canan Perver (Gül), Cihan Ünal (Tugrul Bilge), Meral Taygun (Madre de Gül), Agah Hün (Exorcista), Erol Amaç (Policía), Ekrem Gökkaya (Ekrem) y Ali Taygun (Doctor).
Sinopsis
La historia gira en torno a una niña llamada Gul, quien es poseída por una entidad demoníaca. La familia de Gul, preocupada por su extraño comportamiento y los fenómenos paranormales que comienzan a ocurrir a su alrededor, busca la ayuda de profesionales médicos y religiosos para liberarla de la posesión demoníaca.
La película se inicia con un cautivador primer plano de una estatua o escultura que evoca la imagen de Satanás, guardando cierta similitud con la estatua de “Pazuzu” que Max Von Sydow descubrió en Irak. De manera similar, vemos una excavación en pleno desarrollo en un desierto, liderada por un hombre mayor de gran devoción. Durante esta excavación, el hombre encuentra un pequeño objeto de piedra o bronce con esa misma imagen tallada.
En “Seytan”, no encontramos sacerdotes tradicionales. En vez de nuestro joven sacerdote, emerge un autor juvenil atormentado por la muerte de su madre en un asilo, en lugar de un sacerdote incrédulo. También nos encontramos con un psicólogo escéptico, quien carga con la culpa por el fallecimiento de su madre en un asilo en lugar de un antiguo sacerdote. En lugar del anciano sacerdote con interés en la arqueología satánica y una historia de enfrentamientos con el diablo, se presenta un anciano mulá, igualmente atraído por la arqueología satánica y con experiencias pasadas de desafío al diablo, pero además aquejado por problemas cardíacos.

El cambio se hace aún más notable cuando el personaje turco Reagan, en vez de recurrir a una cruz y una maldición potente, opta por herirse a sí misma empleando un abrecartas con connotaciones satánicas. Las mejoras visuales quedan en entredicho con relación al material original, la icónica escena de la cama agitada ahora se presenta como un colchón vibrante, y la dirección de fotografía no logra impactar de igual manera.
Además, se percibe una notable falta de refinamiento en el producto final, lo que resulta en una calidad de audio confusa y menos pulida. También se presenta una breve escena en la que una mezquita cobra protagonismo, acompañada de una representación humorística en la que una imitadora de Reagan irrumpe en escena corriendo para abrazar a otro mulá. Este último, aliviado, se lleva la mano a la parte superior de la cabeza y esboza una sonrisa, simbolizando así su liberación de las influencias negativas.
“Seytan” ganó atención tanto por sus elementos de terror como por su impacto cultural como una de las primeras películas turcas en el género de terror. Vale la pena señalar que la película fue objeto de censura y controversia debido a sus temas y contenido.

Conclusión
Puede que no exista motivo alguno para que “Seytan” logre provocarte enojo, sin importar cuánto te guste El Exorcista. Pudiera parecer que esto resultaría ofensivo, pero en realidad no se ha invertido suficiente esfuerzo como para menoscabar la reputación de esta película clásica. No puedo realmente sugerirte que la veas por ningún motivo aparte de la mera curiosidad. Dudo que llegue a revelarte algo acerca de Turquía o su cultura, convirtiéndose en una experiencia enriquecedora. En efecto, la única razón que podría justificar su visualización es si el mismísimo poder de Satanás te compeliera a hacerlo.
Se puede ver en YouTube en turco o subtitulada en inglés.