Hermana muerte: Crimen y castigo
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. La plataforma Netflix estrenó hace poco el filme español Hermana muerte (2023) del director Paco Plaza, el cual es una suerte de spin off y secuela a la vez de su anterior filme, Verónica (2017).
Por César Arturo Humberto Heil
Aquí se cuenta la historia de la hermana Narcisa (Aria Bedmar), una novicia que es considerada como santa porque de niña tenía visiones de la Virgen María y ahora, ya de adulta y después de haber adoptado los hábitos, es enviada a un convento e internado como reemplazo de la profesora de literatura quien renunció a su cargo.
Apenas ingresa, ya comienzan a sucederle hechos extraños. Objetos que se mueven solos, voces de niños en medio de la noche y una silla en su cuarto que se cae repetidas veces. Al principio trata de no darle demasiada relevancia, pero a medida que estas manifestaciones empiezan a reiterarse, Narcisa comienza a dudar de su fe, de su cordura y de sus dones, creyendo incluso que aquellas visiones que tuvo de niña no son obra de Dios, sino del mismo diablo.
Con el correr de los día, las cosas se ponen peor. Muchas de esas manifestaciones empiezan a afectar no solo a Narcisa sino al convento y a la Hermana Julia (Maru Valdivielso) quien culpa a la joven recién llegada de todo lo que les está sucediendo, creyendo incluso que sus visiones no son obra de Dios sino de Satanás.
¿Qué es esa presencia que la está hostigando? ¿Es realmente una manifestación divina o una encarnación diabólica?
Narcisa terminará revelando la verdad cuando se encuentre cara a cara con el espectro de la hermana socorro (Almudena Amor) y descubra el oscuro secreto que se esconde detrás del apacible y acogedor convento.
Ambientada en los años 40, a poco de terminada la guerra civil española, Hermana muerte es un filme que, enmarcándose en una historia de terror, busca reflexionar sobre la fe, el sacerdocio y el mundo espiritual. El guion aprovecha para hacer mención a los horrores cometidos durante la guerra civil y las trágicas consecuencias que estos actos salvajes y violentos acarrean dentro de una institución religiosa.
La mayor profundidad narrativa radica en la dualidad del personaje, quien transita su estadía en el convento en una constante duda sobre su verdadera fe y sobre sus dones espirituales. En eso hace foco el director Paco Plaza, quien sustenta ese flaquear del personaje con imágenes oníricas verdaderamente superadoras.

Conclusión
Sin ser una gran película y estando lejos de Verónica, en donde el terror era mucho más palpable, aquí el miedo pasa por otro lado. Hermana muerte es un filme que merece verse, incluso si no han visto la primera.
No estoy tan convencido que contar la historia de la hermana Narcisa o Hermana muerte como se la conoció (Consuelo Trujillo), quien aparece en el filme ya de anciana en el colegio religioso donde Verónica (Sandra Escacena) será contactada con la entidad maligna, aporte demasiado a la historia general. Poco importa su pasado en esto de intentar terminar de redondear las aristas de un personaje misterioso, que en el filme del 2017 su mayor virtud estaba en no saber demasiado sobre sus orígenes.
Si vieron Verónica y les gustó, tienen la oportunidad de ampliar un poco ese universo con Hermana muerte y descubrir qué esconde el enigmático personaje.
Calificación: Buena
Disponible en: Netflix
NOTA: Verónica también la pueden ver en la misma plataforma.