La carretera: Nunca dejes de caminar
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. El fin del mundo parece ser un tema muy atractivo para los productores de Hollywood, especialmente en aquellas películas que hablan sobre un mundo post-apocalíptico. Claros ejemplos son, Doomsday de Neil Marshall, El libro Eli de los hermanos Albert Hughes y Allen Hughes, Soy leyenda de Francis Lawrence y La carretera (2009) de John Hillcoat.
Por César Arturo Humberto Heil
De todos estos títulos La carretera sobresale sin ninguna duda. La diferencia radica en que el filme de Hillcoat, además de tener un guion muy sólido, el cual está escrito por Joe Penhall y basado en la novela homónima del estadounidense Cormac McCarthy, cuenta una historia sumamente interesante entre un padre y un hijo que deambulan por un mundo devastado en busca de un futuro que quizá nunca llegue.
Todos los filmes que mencioné anteriormente retratan ese universo post-apocalíptico de distintas formas y con mayor o menor crudeza, pero La carretera, sin ser un filme extremadamente violento como Doomsday o El libro de Eli, resulta ser el más inquietante de todos. Esto se debe a que además de ser una historia de supervivencia, es también un drama psicológico.
A lo largo del filme se plantea la relación entre un padre desesperado y su hijo. El hambre, la falta de un techo donde dormir y las pandillas de personas que se han convertido en caníbales, son sus principales enemigos. Ambos deambulan cual mendigos, por calles y terrenos peligrosos, van hacia el mar, en busca de una esperanza incierta. Comen lo que pueden, duermen donde los atrapa la noche y nunca dejan de caminar. El caminar los mantiene vivos.

El padre es una persona muy desconfiada, se ha vuelto egoísta y desalmado, mientras que su hijo de unos doce años es todo lo contrario. Y no puede soportar la terrible situación y siempre trata de ayudar a las pocas personas con las que se cruza. Esta diferencia genera ciertos roces entre ambos, pues su padre es capaz de matar si alguien le roba alguna lata de comida o una frazada, mientras que su hijo esta siempre abierto a compartir lo poco que tienen. El padre guarda dos balas en su revolver y entrena a su hijo para que, llegado el momento, lo mate y luego se suicide, algo realmente conmovedor.
La carretera es uno de los filmes más emotivos que he visto. Hacía tiempo que no derramaba una lágrima viendo una película y juro, que este filme me las hizo brotar en varios pasajes. Quizá, sea ese halo de tragedia que invade todo el filme, el que a uno lo haga flaquear, pues intuye que no existe salvación alguna, aunque el final deje abierta una puerta a la esperanza.
Viggo Mortensen esta fantástico, al igual que un irreconocible Robert Duvall, lo mismo para Kodi Smit-McPhee en el papel del hijo. La dirección de Hillcoat es impecable. Duele ver esas imágenes de un mundo destruido a casi cenizas y uno puede sentir el frío y el hambre como si fueran propios.

Conclusión
La carretera, es un filme magnifico, terriblemente doloroso que nos pone un punto de atención en lo que nos puede llegar a suceder si no cambiamos algunas actitudes y nos enfrenta a un posible y cruel destino. Espero que La carretera haga reflexionar sobre lo nos espera si no actuamos en consecuencia.
Disponible: Prime Video