La liberación: Nada nuevo
4 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Los casos paranormales reales parecen tener un encanto particular para los productores y directores de Hollywood que faltos de nuevas ideas buscan encontrar en estas historias sucedidas a personas comunes la pepita de oro que los salve económicamente. Es el caso de La liberación (2024) del director ganador de un Oscar por Preciosa (2009) Lee Daniels.
Por César Arturo Humberto Heil
Lo cierto es que, salvo en honrosas ocasiones, la mayoría de las veces esas adaptaciones terminan cayendo en los lugares comunes del género, produciendo un efecto contrario al que se buscaba.
El caso real
Basada en un caso de posesión del año 2011. Cuando Latoya Ammons, su madre y sus tres hijos menores fueron víctimas de entidades demoníacas. Todo comenzó al poco tiempo de mudarse a una nueva casa en la calle Carolina en la localidad de Gary, Indiana.
Entre los hechos paranormales a los que se vieron sometidos la familia Ammons se registraron algunos verdaderamente espeluznantes.
Su madre vio como uno de sus hijos realizaba gruñidos extraños para después ponérsele los ojos en blanco.
El personal médico que llegó al lugar constató que algo levantó y arrojó a uno de los hijos contra la pared sin que nadie lo tocara.
En otro incidente, presenciado por un trabajador del servicio social, fue ver cómo uno de los niños se volvió agresivo y trepó la pared como si estuviera caminando por el suelo.
Constantemente los hijos de Ammons decían ser atacados por fantasmas y ser arrojados por una fuerza invisible al otro lado de la habitación.
El caso fue ampliamente difundido en su momento y todo está registrado en una producción documental que cuenta los hechos ocurridos a la familia Ammons llamada Demon House (2019) dirigida por Zak Bagans.
La ficcionalización del caso
Para esta adaptación se contó con el trabajo de los guionistas David Coggeshall (Orphan: First Kill) y Elijah Bynum (Hot Summer Nights). Ellos partiendo del caso real elaboraron una historia cuyo comienzo es acertado y de lo mejor. Pero lamentablemente en su última media hora desperdicia todo lo interesante que había logrado al caer en un filme genérico y atiborrado de efectos prácticos de dudosa resolución.
La liberación, sigue a Ebony Jackson (Andra Day), su madre Alberta (Glenn Close) y sus hijos Andre (Anthony B. Jenkins), Nate (Caleb McLaughlin) y Shante (Demi Singleton) quienes se acaban de mudar a una nueva casa.
Ebony tiene problemas con el alcohol y su madre Alberta está en tratamiento oncológico. Al principio todo se desarrolla en una tensa calma. Excepto cuando un fuerte olor a podrido y una inusual proliferación de moscas se apodera del hogar, la situación empieza a ponerse oscura.
Es en este inicio donde la trama fluctúa entre el drama familiar y la tensión sobrenatural que el director Daniels despliega su habilidad como narrador audiovisual. Así surgen temas como la relación de Ebony con su madre, a quien considera una mujer egoísta y egocéntrica. Y con sus hijos, especialmente con el mayor Nate con quien tiene fuertes enfrentamientos por su adicción a la bebida.
Daniels y los guionistas aprovechan este momento de la trama para, además de hablar de los temas ya mencionados, hacer una crítica social sobre la marginación a la que son sometidos los americanos de raza negra. Por eso, es que lo mejor de La liberación está en esta primera hora de metraje.
Los aspectos negativos, y que son determinantes en la valoración final, están relacionados con la resolución de lo sobrenatural.
La historia real tiene aristas escabrosas y espeluznantes que pueden ser tentadoras a la hora del traspaso al cine. Pero ni los guionistas ni el director demuestran tener las herramientas para hacer algo distinto con ese material.
Esta carencia de ideas deriva en una serie de situaciones ya vistas en otras películas de posesiones, pero con el agravante de tener unos efectos prácticos de mala calidad. Además unas actuaciones completamente forzadas, especialmente la del niño Anthony B. Jenkins, y una alarmante falta del manejo del suspenso y los sustos. Con este filme queda demostrado que el cine de horror no es el fuerte del director Daniels y que debería volver a producciones como Preciosa.
Conclusión
Lo que parecía iba a ser un filme distinto, cocinado a fuego lento, termina en una barata copia de cualquier otro producto de los tantos que se han visto sobre casas embrujadas y posesiones demoníacas. La acumulación de toda la artillería de efectos prácticos en la última media hora, hace que el resultado sea una rotunda decepción. Una verdadera lástima, ya que La liberación podía haber sido una producción interesante, que prometía mucho y que terminó entregando muy poco.
Calificación: Regular
Disponible: Streaming