Cuckoo: Problemas mentales y de guion
2 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Siempre decimos que el terror anda de capa caída, y que las propuestas originales brillan por su ausencia. Bueno, al parecer este 2024 es la excepción, porque al menos las cintas de dicho género, que cumplen el requisito de ser al menos entretenidas, ya pasan la cantidad de dedos de una mano. Y ahora viene Cuckoo a engrosar esta lista.
Por Jorge Marchisio
En Cuckoo (Hunter Schafer de Euphoria) da vida a Gretchen, una adolescente, que, junto con su padre, madrastra y hermanastra, se mudan a una zona semi rural de los Alpes, con la intención no solo de poner un nuevo emprendimiento, sino que también Gretchen resuelva unos temas mentales que está padeciendo. Y para eso, contratan a un extraño psicólogo experimental.
Bastante se venía comentando de esta película en redes. Ya sea por quien la protagoniza, o porque es de esos proyectos que nos van planteando duda tras duda a medida que avanza la trama, generando una incertidumbre en el espectador, de esas que solo los buenos proyectos pueden hacer. O quizás eso es lo que muchos esperábamos, pero tal vez no recibimos del todo.
Lo mejor de Cuckoo es su protagonista, Hunter Schafer. Al menos en mi caso, que nunca vi Euphoria, su actuación me convenció al 100%. Mostrándose frágil cuando corresponde, pero fuerte y decidida en otros momentos (aparte que a medida que avanza la trama, físicamente la van golpeando cada vez más). Así que espero verla en más proyectos de ahora en más, y que termine siendo más conocida por su talento que por otra cosa que a nadie le debería importar.
Pese a la buena actuación de Hunter Schafer, la incertidumbre se nos va generando hasta la mitad de la película. Creo que Cuckoo es ahí donde falla. Los giros ya se sienten por el mero hecho de poner algo WTF y ya, al más puro estilo del peor Shyamalan. Ni hablemos de una resolución precipitada. Y con algo que se pone que no tiene nada que ver con lo que se nos venia contando.
Aparte, que, para variar, la película se siente bastante estirada, con el conflicto central dilatándose, y un clímax que de igual manera, pareciera alargado solo para que Cuckoo dure unos innecesarios ciento cuarenta minutos. Pero como digo, no estamos ante una mala cinta, de hecho, es bastante mejor que otras que andan dando vuelta por los cines argentinos.
Lamentablemente no la podemos conseguir en algún streaming oficial, pero estoy seguro de que ustedes ya deben darse maña para encontrarla, guiño guiño.
6/10