Imaginario: Osito malo, película mala
3 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Las películas de amigos imaginarios no tan amigables abundan. Filmes como Z (2019) de Brandon Christensen, Come Play (2020) de Jacob Chase o Juega conmigo (2021) de Adrián García Bogliano son algunos de los últimos ejemplos. En este sentido, el director Jeff Wadlow, conocido por Verdad o reto (2018) y Kick Ass 2 (2013), pensó que junto a los guionistas Greg Erb y Jason Oremland podían sacarle un poco más de jugo al tema y decidieron hacer Imaginario (2024) un filme de terror en donde un inofensivo osito de peluche pone patas para arriba a una familia.
Por César Arturo Humberto Heil
Jessica (DeWanda Wise) regresa junto a su esposo Max (Tom Payne) y las dos hijas de este Alice (Pyper Braun) y Taylor (Taegen Burns) a su casa natal. Allí Alice, la menor de la familia, encontrará en el sótano un osito de peluche a quien rápidamente llamará Chaucey y al que adoptará como su nuevo amigo imaginario.
Al principio todo se verá como un juego normal de una niña. Pero cuando los comportamientos de Alice se vuelven algo extraños y violentos hacia ella, las señales de alerta de Jessica se encenderán. Este es un punto de inflexión en el relato y también en Jessica, quien descubrirá que es lo que se esconde dentro del cariñoso y simpático peluche al relacionarlo con sucesos similares ocurridos en su infancia.
Sin apartarse del esquema clásico, es decir amigo imaginario maligno que intenta dominar a un niño indefenso, Imaginario parecía destacarse por sobre el resto. Aunque todo lo bueno que prometía, gracias a un muy buen arranque, un acertado suspenso inicial y una interesante profundidad psicológica del personaje principal, se va desinflando paulatinamente hasta llegar a un final tan ridículo que da vergüenza ajena. Esto arruinó todo lo poco que se había logrado en el comienzo.
No solo la trama empieza a desmoronarse con el correr de los minutos. También lo hacen algunos personajes como el de su esposo Max. Directamente no solo deja de tener presencia, sino que no tiene interacción para intentar cambiar o modificar el devenir de lo que les sucede a su esposa e hija. Directamente es borrado de la película. Esto plantea la siguiente pregunta: ¿para qué lo pusieron?
Algo similar sucede con Gloria (Betty Buckley) un personaje que aparece así de la nada y que está puesto para acomodar los cabos sueltos de la trama y cerrar la historia de Jessica. Pero su aporte es tan escaso que termina siendo intrascendente.
A pesar de todo lo mencionado, Wadlow y su equipo, logran algunos buenos momentos de terror. Esto lo podemos apreciar cuando la verdadera criatura que habita dentro del Osito Chaucey, es mostrada casi de manera imperceptible, oculta entre las sombras. Esta invitación a escrudiñar en los oscuros rincones para descubrir al pasar al ente malvado es lo más terrorífico que van a encontrar en Imaginario.
En cuanto al final, como ya mencioné, es lo peor de Imaginario. Todo lo bueno que tenía el filme, que eran esas imágenes de la diabólica criatura, es desperdiciada de manera inentendible al cambiarla por un osito de peluche gigante. Que más que asustar, provoca risa.
Conclusión
Lamentablemente estamos ante un producto que prometía algo distinto y que, por impericia creativa o presiones de los productores, termina en un verdadero desconcierto.
Seguramente, Imaginario se sumará a la lista de filmes intrascendentes y poco creativos que se estrenan a diario. Pasando luego sin pena ni gloria como la mayoría.
Esta serie de fracasos artísticos y económicos plantea una reflexión sobre sí la figura del amigo imaginario no está agotada. Tanto Imaginario como las películas que he mencionado al inicio no superan los 4 puntos. Para pensar.
Calificación: Regular
Disponible: Streaming