INSIDE OUT #29 | Hoy: Cristian Ponce
9 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. En nuestra sección Inside Out, esta dedicada a entrevistas con destacadas figuras del cine, la comunicación y la cultura tanto a nivel nacional como internacional. Y hoy tenemos el placer de conversar con el director argentino Cristian Ponce. Hablamos sobre su más reciente trabajo como director. Y también de sus futuros proyectos.
Entrevista por Daniel López Pacha y Vanesa Cukier
Biografía
Licenciado y Profesor en Comunicación Audiovisual, egresado de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se dedica a la creación integral de contenidos audiovisuales. Nacido en Carmen de Patagones. En 2006 se trasladó a la ciudad de La Plata para iniciar sus estudios en Comunicación Audiovisual, donde actualmente reside y desarrolla su carrera profesional.
En 2008 fundó Tangram Producciones junto a cinco colegas, desempeñándose desde entonces como guionista, director y post-productor en diversos proyectos que incluyen ficciones (cortometrajes, largometrajes y series web), producciones institucionales y videoclips. Entre sus trabajos más destacados como escritor y director se encuentran los episodios de las series web Un Año Sin Televisión. También Viernes, el Día que lo Cambió Todo, Ripio, Camionero y Detective y Policompañeros Motorizados.
Además, ha participado como orador en festivales de renombre como FESAALP, REC y Otra Ventana, compartiendo su experiencia y visión sobre el mundo audiovisual. En 2015, su primer cortometraje, Breve Historia en el Planeta, fue estrenado en salas de cine como parte de la antología Historias Breves 11. En 2017 dirigió la serie La frecuencia Kirlian. Durante 2020 dio un gran salto con su ópera prima, Historia de lo oculto, largometraje que consolidó su lugar en el panorama del cine nacional.
¿Podrías contarnos cómo llegaste a este proyecto?
A mí me convoca el productor y coguionista de la película, André Pereira. Él ya tenía el proyecto andando. Tenía una especie de preventa para la plataforma y una primera versión del guion y lo que está buscando él, era un director. A él le gusta mucho, es un productor, guionista o un guionista productor, pero básicamente es productor porque le gusta trabajar en proyectos que él desarrolla. No le interesa tanto la dirección, se siente más cómodo como en estos dos roles. Y, no son los más comunes de combinar.
También le gusta mucho armar equipos de trabajo interesantes para él. Investiga mucho a los posibles directores y después recién, se produce una acercamiento. En mi caso, yo venía de hacer la frecuencia Kirlian que es una serie animada e Historia de lo oculto, donde fue mi primer largometraje. Y André pudo dar con los dos que estaban en Netflix en Brasil. Y sintió que, en algunas cuestiones de mis proyectos anteriores iban bien con lo que estaba desarrollando, entonces, se llevo adelante en una de las primeras reuniones.
Me mostró el primer guion que tenían, y yo me sumé un poco también con la idea de, sumarme también al equipo de guionistas. Como yo toda la vida dirigí también y siempre fueron cosas escritas por mí. Entonces de una manera, necesitaba posicionarme de una manera más, sobre una base que yo sintiera más firme, para después volcarme a la dirección propiamente dicha.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar en Brasil?
Trabajar en Brasil y en el proyecto en general fue un reto muy grande para mí. Por un lado, lo que primero salta a la vista fue el tema de grabar en otro país y en otro idioma. Porque también es el único país de la región en que hablan directamente en otro idioma. Entonces eso tuvo una complicación muy grande, complicaciones en sentido, no tomar algo malo, algo negativo, pero si algo que estaba en el camino de alguna manera y que había que superar.
Por un lado eso, otro que yo me preparé. Tuvimos como un año y medio de previa o dos de previa, casi antes de que yo me mudé a Brasil a grabar la película, entonces, de una manera tuve tiempo de tomar clases, y ver películas. Y viajé varias veces, entonces iba como afinando un portuñol. Un poquito más avanzado, quizás que la media o que lo que yo sabía antes. Pero había también una cuestión más allá de lo idiomático, de lenguaje en general, de realizativo, entonces por un lado detrás de cámara. Creo que en algún punto me sentía un poco más seguro con el equipo técnico o artístico detrás de cámara porque es un lenguaje.
Muchas veces, ni siquiera no es ni portugués ni español, se usan palabras en inglés o que son traducciones del inglés, entonces de alguna manera, son palabras bastante parecidas. Y si no, con un buen guion técnico, un story board es más fácil.
¿El equipo de Abrazo de Madre, estuvo compuesto completamente por brasileros?
Por suerte el equipo en general fue súper compañero, estaban atentos todo el tiempo a que si me estaba quedando corto en algo, ayudarme a completar los diferentes temas, los conceptos. A su vez, me acompañó Franco Cerana, que es el director de fotografía de mi productora de Tangram Cine. Somos miembros todos, cofundadores de esta productora, y director de fotografía de todas las cosas que he hecho básicamente, no solamente habla en mi idioma, sino que me conoce mucho, y era como un gran alivio. De todas maneras, la dirección de fotografía se hizo entre él y Leandro Pagliaro, que es un director de fotografía de Brasil.
También me acompañó Hernán Biasotti, que hizo el montaje, durante el rodaje, y ya íbamos montando la película así que una semana después de que se terminó ya teníamos una primera versión de la película terminada. Y después ya en postproducción Juana Solassi, que acá en Argentina hizo el color, lo que era imagen estaba como bastante controlado en mi idioma. Entonces también fue una de las de las cosas que más pude trabajar.
Considerando que se trata de un drama, ¿qué los llevó a incorporar elementos sobrenaturales?
La película siempre estuvo planteada como una película de terror. Después entra en juegos subcategorías que cada uno las entiende como mejor le parece, como terror psicológico, horror cósmico. Yo con parte de esa reescritura, y de las versiones en las que me sumé al equipo de guionistas, quizás, intentamos escarbar un poco más, en la psicología de los personajes, en la construcción de los personajes en realidad. Psicología de los personajes me parece un poco pomposo, pero, ahí me parece que en determinados aspectos del personaje de Ana y de su trauma, ahí es donde pude también como, meter cosas que me importaran, más allá de lo puramente estético, que es lo que está relacionado con el terror, así que creo que fue un poco al revés.
Si bien, todos los largometrajes de terror esconden a mayor o menor medida, un drama dentro o a veces es una comedia. En este caso, tratamos de ahondar un poco más, no fue un drama al que se le incorporaron elementos sobrenaturales, sino al contrario.
¿Fue complicado trabajar con los actores brasileños?
Con los actores y actrices era un poco más difícil, porque, te metes en otro universo. Hablar, de energía del personaje, psicología del personaje y había muchas veces que si, me sentía como un poco más limitado. Había algunos momentos en que sentí que entendían más de lo que decían, esa posibilidad de escudarse en el lenguaje muchas veces te daba, una cintura para revelarse como actor. Revelarse un poco ante mis indicaciones en portuñol. Después sí, se sumó el actor argentino Javier Drolas, que fue fabuloso el laburo con él.
Nosotros ya habíamos hecho una especie de avance para un proyecto que estamos desarrollando, así que había trabajado con él. Lo conocía, nada ha sido algo muy limitado y acá pasamos, quizás cinco jornadas grabando juntos o más. Pero fue un respiro también, a nivel de esfuerzo mental. El laburo con los actores en general fue genial con todos y todas. Pero requería esto un esfuerzo mental extra para primero entender lo que les quería pedir, después entender cómo decírselos, cómo pedírselos en portugués y después, todo lo que es la conciliación intermedia. Y, en ese sentido, obviamente hablar el mismo idioma con Javier fue mucho más fácil.
¿Estás preparando o trabajando en algún otro proyecto actualmente?
Con respecto a proyectos, ni bien fueron durante el proceso de preproducción de Abrazo de Madre, estuve escribiendo otra película que era la película de la Frecuencia Kirlian de esta serie animada que hice hace algunos años. Así que cuando estuve con la escritura de ese guion y cuando volví, yo volví en mayo, para agosto grabamos esa otra película que ahora está en la postproducción, medio extendida, porque es una película que combina acción real con animación.
Entonces, estamos trabajando en la animación ahora mismo con vistas a estrenarla en algún momento del año que viene. Después, también con la Hora de los Brujos, que es una película dentro del universo de Historia de lo Oculto, una película que ocurre antes. Pero que en general hay como, otros personajes, entonces tampoco es que calificaría de precuela. Pero, esta es una película que estoy terminando de escribir con un productor para salir a buscar financiamiento de algún lado. Y, a su vez, también estoy terminando de escribir, sí, más verde, pero algo chico, cercano a la Historia de lo Oculto en todo sentido. Con vista también a grabarlo a principios del año que viene.
Para concluir, ¿considerarías volver a trabajar en un proyecto similar a Un año sin televisión?
Y, si bien me gustaría mucho volver a trabajar en algo más vinculado con la comedia. No creo que sería algo relacionado con Un año sin televisión, pues por muchas cosas. Primero, ya estamos muy viejos todos, para encarar algo por ese lado. Otra, uno de los protagonistas vive en Nueva Zelanda. Nosotros hicimos como una especie de continuación que se llamaba Sin Conexión, que se emitió por ITEC, el canal del Ministerio de ciencia y tecnología en el 2016.
Ya en aquel entonces habían pasado solamente cinco años, ya era medio raro volver a esos personajes y en general, pasaron trece años desde esa única temporada que hicimos para internet, después el mundo cambió muchísimo. Nosotros cambiamos muchísimo, el estilo de humor, incluso, nosotros estamos como medio alineados con un humor, muy de esa época. Que medio que desapareció a su vez, entonces sería raro como volver a eso, que no desapareció por nada. No, no es un humor cancelable, aunque algunas cosas quizás sí, pero es un humor medio, sin mediación, como que quedó muy de principio de primera década del 2000.
Y de hecho, volviendo a ver alguna de esas series el último tiempo. Nada es como cuando de pronto volvés a ver una película de los 80, los 70, te das cuenta de que algunos elementos quedaron muy pegados a esa época. A mí no me gusta decir que las cosas envejecieron, porque los que envejecemos somos nosotros. Y nos morimos, pero así van cambiando los códigos y hay cosas. Me parece que quedan como muy coyunturales. Que si las ves de vuelta en una serie de esa época está todo bien, porque la serie es un producto de su época, pero de pronto hacerla ahora, creo que falta. Faltan algunos años para que pegue el rebote, de esa estética. Así que no, por ahora, Un año sin televisión estaría descartado para futuro proyecto.