La Palma: Cuando la tierra despierta
5 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. La Palma, miniserie dramática noruega. La serie, que consta de cuatro episodios, está dirigida por Kasper Barfoed a partir de un guion escrito por Harald Rosenløw Eeg y Lars Gudmestad. La fotografía fue de Jan Richter-Friis, la música por Johannes Ringen; la edición por Perry Eriksen, Christoffer Heie y Silje Nordseth. Filmada en La Palma y Tenerife, Islas Canarias, España.
Protagonizada por Anders Baasmo (Fredrik), Ingrid Bolsø Berdal (Jennifer Uvdal), Thea Sofie Loch Næss (Marie Ekdal), Thorbjørn Harr (Jens Uvdal), Ólafur Darri Ólafsson (Haukur), Johannes Joner (Arnt), Jorge de Juan (Álvaro), Iselin Shumba (Karin), Amund Harboe (Erik Ekdal), Ruth Lecuona (Anna).
Sinopsis
Una familia noruega que disfruta de unas tranquilas vacaciones en La Palma ve su mundo tambalearse cuando una joven investigadora científica detecta inquietantes señales de una inminente erupción volcánica. En medio de la tensión, el caos y la lucha por sobrevivir, el destino de la isla y sus habitantes pende de un hilo.
Un desastre natural convertido en narrativa
La erupción volcánica que sacudió la isla de La Palma en 2021 no solo marcó un capítulo inolvidable en la historia reciente, sino que también sirvió como inspiración para una serie que mezcla el drama humano con el poder destructivo de la naturaleza. En solo cuatro episodios, La Palma logra entrelazar el impacto de un fenómeno natural devastador con las complejidades de las relaciones familiares. Esto brinda una experiencia visual que no deja a nadie indiferente.
Rodada en locaciones reales y con más de mil extras locales, la serie recrea la erupción con una precisión sorprendente. Desde las primeras grietas que emanan humo hasta los ríos de lava que arrasan el paisaje, cada escena captura la magnitud del desastre. La dirección de arte y los efectos visuales no solo impresionan por su realismo, sino que también transmiten la sensación de urgencia y peligro que enfrentan los personajes.
Drama familiar y contexto científico
Bajo la visión de Lars Gudmestad y Harald Rosenløw-Eeg, el guion alterna entre el drama íntimo y una mirada científica al comportamiento de los volcanes. Este enfoque no solo mantiene un equilibrio narrativo, sino que también brinda una perspectiva educativa sobre los eventos que marcaron a la isla. La banda sonora, compuesta por Johannes Ringen, intensifica los momentos clave, acompañando a los personajes en su travesía emocional y resaltando la tensión creciente a medida que el desastre se desarrolla.
La serie emplea una estructura no lineal, combinando recuerdos de momentos familiares felices con la inminencia de la tragedia. Este estilo narrativo no solo aumenta el suspenso, sino que también refleja cuestiones universales sobre el cambio climático. Y más aún frente a la fragilidad humana ante la naturaleza. El volcán, como poderosa metáfora, actúa como un eco de las fracturas internas dentro de la familia. Esta es una herramienta narrativa que recuerda a los grandes cineastas de la Nueva Ola francesa.
Una estética que contrasta la belleza y el caos
Visualmente, La Palma destaca por su capacidad de yuxtaponer los colores brillantes de la vida cotidiana con la oscuridad aterradora del desastre. Las escenas iniciales muestran paisajes paradisíacos, pero a medida que el volcán cobra protagonismo, la paleta de colores cambia radicalmente, enfatizando la amenaza inminente. Este contraste también se extiende al diseño sonoro, que pasa de melodías tranquilas a rugidos volcánicos que sacuden al espectador.
El uso de la iluminación refuerza el estado de ánimo, el sol suave de las primeras escenas crea una atmósfera cálida que contrasta con las sombras duras. Lo que más resalta son los tonos oscuros que dominan durante la erupción. Este enfoque visual no solo mejora la narrativa, sino que también refleja las tensiones internas de los personajes, en sintonía con las emociones que atraviesan.
Efectos visuales que impresionan
Aunque La Palma no cuenta con un presupuesto propio de las grandes producciones de Hollywood, los efectos especiales son notables. La erupción del volcán y sus consecuencias se presentan con un realismo que transmite el caos y el pánico de quienes lo vivieron. Este logro técnico, combinado con una dirección enfocada en el realismo, acerca al espectador a la experiencia de estar frente a un desastre natural de tal magnitud.
La serie no se limita a los espectáculos visuales; también explora las reacciones humanas frente a lo impredecible. Las interacciones entre los personajes muestran cómo el miedo y la incertidumbre pueden sacar lo mejor y lo peor de las personas, convirtiendo la erupción en un telón de fondo para una historia profundamente humana.
Reflexiones sobre el cambio climático y la conexión humana
Más allá del drama familiar, La Palma ofrece una poderosa reflexión sobre la relación de la humanidad con el medio ambiente. El volcán simboliza la imprevisibilidad de la naturaleza y las consecuencias de ignorar sus advertencias. A través de sus personajes, la serie invita al espectador a reflexionar sobre la responsabilidad individual y colectiva frente al cambio climático, un mensaje que resuena con fuerza en el panorama actual.
Al igual que las obras de cineastas independientes como Greta Gerwig, La Palma utiliza el contexto del desastre para explorar las complejidades de las relaciones humanas. Los creadores logran entrelazar las tensiones familiares con los problemas ambientales, creando una narrativa que es tanto íntima como universal.
Una experiencia emocional inolvidable
En su conjunto, La Palma se destaca por su capacidad de combinar lo íntimo y lo monumental. Desde la belleza inicial de la isla hasta la destrucción implacable del volcán, la serie lleva al espectador a un viaje lleno de emociones y reflexiones profundas. El enfoque en el desarrollo de personajes, combinado con la recreación visual del desastre, convierte a esta serie en una obra que desafía las categorías tradicionales del género.
La Palma no solo entretiene, sino que también funciona como un espejo de nuestras propias interacciones con el mundo natural y con los demás. En una época en la que los desastres naturales y las crisis climáticas son cada vez más frecuentes. La Palma se siente especialmente relevante, dejando una huella duradera en quienes se atreven a mirarla de cerca.
Conclusión
La Palma es mucho más que una serie sobre un desastre natural: es un retrato conmovedor de la resiliencia humana frente a lo impredecible. Con un equilibrio impecable entre narrativa emocional y contexto científico, y respaldada por una cinematografía impresionante, la serie logra captar tanto la majestuosidad como el terror de la naturaleza. En un mundo donde el cambio climático redefine nuestra relación con el entorno, La Palma se erige como una obra esencial que invita a la reflexión y a la acción.
Disponible: Netflix