Código traje rojo: Solo faltó la gaseosa de cola

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. La mayoría de las películas navideñas suelen ser un verdadero plomazo. Cuando llegan las fiestas de navidad las plataformas y los canales nos inundan con un montón de producciones navideñas innecesarias que la mayoría no ve. Por suerte a veces nos encontramos con filmes como Código traje rojo (Red one 2024) del director Jake Kasdan que escapan a esas generalidades.

Por César Arturo Humberto Heil

Generalmente en las películas navideñas ya sabemos que nos vamos a encontrar con historias edulcoradas, llenas de lugares comunes, golpes bajos y tramas absurdas. El filme de Kasdan de reciente estreno en cines y ahora en la plataforma Prime video, si bien no escapa a algunos de los puntos mencionados, el marco en que se desarrolla la historia y la acción trepidante hacen que todas esas generalidades pasen a un segundo plano.

Traigan de vuelta a Santa

En el imaginario mundo de San Nicolás de Bari, más conocido como Santa Claus, cuando la fecha de la navidad se acerca el polo norte está revolucionado. Un ejército de Trolls, Elfos y seres mitológicos trabajan a destajo en los preparativos previos para que Nick (J.K. Simmons), o sea Santa, pueda repartir en una noche todos los regalos destinados a los niños del mundo.

La seguridad de una personalidad tan importante como Santa Claus no es moco de pavo, así que un sequito de guardaespaldas a cargo de Callum Drift (Dwayne Johnson) velan por que no le suceda nada. Pero, como dice el refrán, al mejor cazador se le escapa la liebre, y nuestro querido Santa es secuestrado por las malévolas fuerzas de la bruja Gryla (Kiernan Shipka) quien tiene un plan para castigar a todos los niños del mundo.

En un intento por ubicar el lugar donde tienen secuestrado a Santa, el equipo de seguridad liderado por Zoe (Lucy Liu) detecta un robo de coordenadas con la ubicación secreta de la base de operaciones en el polo norte. Este descubrimiento los lleva al responsable de ese robo, el “lobo” Jack O’Malley (Chris Evans) un mercenario que trabaja para el mejor postor.

Zoe y Callum rápidamente atrapan a Jack y lo obligan a que les diga quien lo contrató, algo que el pobre desafortunado no sabe. Pero, gracias a la habilidad de los guionistas Chris Morgan y Hiram García, el susodicho le ha colocado un rastreador GPS y les dice que el que buscan está en las playas de Aruba. De esta manera, Jack se embarcará junto a Callum en una fantástica aventura al rescate de Santa.

Una aventura navideña muy entretenida

Si hay algo que queda claro es que Código traje rojo es un filme que busca resaltar lo mejor del espíritu navideño. Pensado para un público infantil, pero con la habilidad para enganchar a los que ya sabemos la verdad sobre el anciano de traje rojo, la película es un efectivo entretenimiento que no deja de asombrarnos con cada uno de los pasos que Callum y Jack realizan en su búsqueda por rescatar a Santa.

Así, vamos de un universo a otro. Empezando por la base de operaciones en el polo norte, las playas de Aruba, pasando por las tierras del Krampus (Kristofer Hivju), hermano malo de Santa, para terminar en el oscuro mundo de la bruja Gryla.

Sin dudas, el resultado buscado por los productores es el esperado, porque quien escribe esta nota no tenía muchas expectativas antes de verla y la verdad tengo que ser honesto, la disfruté muchísimo. La razón de esta crítica positiva está en que rápidamente conecté con la historia y especialmente con ese deja vu de cuando uno era niño y ansiaba que se hiciera la medianoche para abrir los regalos que nos había dejado Santa Claus.

Fx, makeup y personajes carismáticos

El filme no escatima en efectos digitales, en diseño de personajes de fantasía, en prótesis de maquillaje, en situaciones de acción y en universos imaginarios, todo siempre con una dosis sutil de humor, especialmente en la relación entre Callum y Jack. 

De todos los personajes es el de Jack O’Malley el que sobresale. Esto se debe a que su caracterización es más terrenal y no tan esquemática como la del resto. Podemos ver que tiene a su exmujer Olivia (Mary Elizabeth Ellis) y a su hijo Dylan (Wesley Kimmel) al que ve poco y nada. A través de sus acciones también podemos tener una idea de su carácter.

Jack es un hombre que prefiere hacer equilibrio en ese borde inestable entre lo que está bien y lo que está mal, algo que parece disfrutar. Esto lo lleva a ser una persona más bien solitaria y de pocas pulgas.  Por otro lado, la actuación de Chris Evans es de lo mejor, logrando momentos de comedia muy disfrutables. El resto del elenco acompaña sin demasiados sobresaltos.

Conclusión

Sin ser una gran película, Código traje rojo, es un filme tierno y nostálgico que no cae en el clásico edulcoramiento de las típicas historias navideñas y cuyo único fin es entretener, tanto a niños como a adultos, algo que hace y muy bien.

Si comete algún pecado, es el uso excesivo del CGI, el cual por momentos se ve bastante amateur y denota cierto apuro en la finalización del trabajo. No obstante, al estar inmerso en una vorágine de imágenes con mucha acción combinadas con prótesis de maquillaje, la mayoría de esos detalles pasan desapercibidos para el espectador.

Lo mejor de Código traje rojo es la voluntad de recuperar ese niño interior que todos llevamos dentro y que en algún momento hemos perdido. Volver a recordar aquellas noches navideñas en familia mientras esperábamos la llegada de Santa Claus es un revival sumamente placentero que nos conecta con el amor y la bondad más profunda y sincera y nos obliga a reflexionar sobre lo que hemos ido perdiendo en el camino.

Celebro que en un filme pasatista y de entretenimiento haya lugar para generar esta simple reflexión.

Disponible: Prime Video