Presencia
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Steven Soderbergh estrena nueva película, con la sorpresa de que no solo es una de terror, sino, de que la iba a plantear con alguna idea original para el género. Esto último puede sonar a vendida de humo, aparte de que Soderbergh hace tiempo dejó de ser garantía. Pero bueno, toca hablar de Presencia (Presence), así que empecemos.
Por Jorge Marchisio
La trama sigue a una familia que se muda a una nueva casa, un caserón, mejor dicho. Poco a poco, cada miembro de la familia empieza a sentir una extraña presencia en su nuevo hogar, como si algo o alguien los siguiera mientras deambulaban por la misma. Pero quizás eso no sea lo peor que le puede pasar a nuestros protagonistas.
Cuando el estilo no basta
Filmada con un estilo de falso plano secuencia, Presencia promete bastante en sus primeros minutos; y se derrumba trescientos segundos después, porque la película es lenta como carrera de caracoles. Porque, si la idea de que la cámara sea la representación del ente que habita la casa, y siga a nuestros personajes casi como si los estuviera acosando, es interesante. La cosa es que no pasa nada a nivel argumental hasta bien entrada la película, con cierto personaje que más por intuición del espectador que por lo que se nos muestra, sabemos que algo trae entre manos.
Todo esto se da en medio de situaciones mundanas, que son especiadas con un poco de los traumas que tiene la menor de la familia, que de a poco se nos va develando que tuvo contacto con la muerte hace poco. Por eso se muestra ser la más abierta de toda la familia con respecto a algo sobrenatural. Pero de nuevo, esto se hace presente demasiado tarde y con el metraje avanzado.

De las actuaciones poco se puede decir, ya que todos tratan de dar la impresión de ser una familia media tirando alta norteamericana, aparte que la gracia de Presencia es justamente, la entidad de la que se hace alusión en el título, no los personajes.
En fin, estamos ante uno de esos claros ejemplos, donde la idea y el concepto general de una película, se prestaba más para un cortometraje y no una cinta que dura menos de hora y media. Mientras, seguimos esperando que Steven Soderbergh recupere la memoria.
Disponible: En cines