Los 4 Fantásticos: Primeros pasos

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos (The Fantastic Four: First Steps), película estadounidense de superhéroes basada en el equipo de superhéroes de Marvel Comics. Producida por Marvel Studios y distribuida por Walt Disney Studios Motion Pictures. Dirigida por Matt Shakman a partir de un guion del equipo de guionistas /de Jeff Kaplan e Ian Springer, Josh Friedman, Cameron Squires, Eric Pearson y Peter Cameron. Con fotografía de Jess Hall, edición de Nona Khodai y Tim Roche, la música de Michael Giacchino. La filmación comenzó el comenzó el 30 de julio de 2024 en Pinewood Studios en Buckinghamshire, Inglaterra; luego del 19 al 22 de noviembre en el Palacio de Congresos en Oviedo, España; también en la mina Middleton en Derbyshire Dales, Inglaterra; concluyendo a finales de octubre.

Por Daniel López Pacha

Reparto

Pedro Pascal (Reed Richards / Míster Fantástico), Vanessa Kirby (Susan Storm / Mujer Invisible), Ebon Moss-Bachrach (Ben Grimm / The Thing), Joseph Quinn (Johnny Storm / Antorcha Humana), Julia Garner (Shalla-Bal / Silver Surfer), Paul Walter Hauser Harvey Elder / Hombre Topo), Ralph Ineson (Galactus), Matthew Wood (H.E.R.B.I.E.), Mark Gatiss (Ted Gilbert), Brandon Burke (oficial de policía).

Sinopsis

En un universo retrofuturista con el estilo audaz y elegante de los años 60, Los 4 Fantásticos —la Primera Familia de Marvel— se enfrentan a su mayor prueba. Mientras el equilibrio entre sus lazos familiares y su deber heroico se pone al límite, una amenaza cósmica se cierne sobre la Tierra: Galactus, un ser devorador de mundos ha llegado, acompañado por su enigmático mensajero, el enigmático Silver Surfer. En esta odisea cargada de tensión y maravilla, deberán descubrir si la fuerza de su unión es suficiente para enfrentar el fin del mundo.

Marvel apuesta a la elegancia del pasado

Sesenta años después de su creación, Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos finalmente reciben el trato cinematográfico que merecen. Con una ambientación ambientada en los años 60 y un espíritu cargado de retrofuturismo, la película se presenta como una carta de amor a la ciencia ficción clásica, impregnada de optimismo y estilo visual sofisticado. No es solo una adaptación: es una declaración de intenciones.

Desde el primer minuto, la historia nos sumerge en un mundo alternativo —la Tierra-828—, donde los cuatro protagonistas ya han obtenido sus poderes a través de rayos cósmicos. En lugar de detenerse en el origen, el guion opta por resumirlo con eficacia, permitiendo que la narrativa fluya con ritmo y confianza. Esta decisión no solo agiliza el relato, sino que le da frescura y una bienvenida sensación de novedad.

Matt Shakman, a cargo de la dirección, toma una ruta inteligente: explora la dinámica familiar del grupo, con Reed Richards y Sue Storm como una pareja sólida, y Ben Grimm junto a Johnny Storm aportando el humor, la calidez y los choques necesarios para mantener la química en constante movimiento. La relación entre ellos no es forzada; se siente vivida, real.

Una amenaza cósmica con corazón humano

La calma retro se ve interrumpida con la llegada del Silver Surfer, un enigmático mensajero que anuncia el inminente arribo de Galactus, una entidad cósmica capaz de devorar planetas enteros. El conflicto, sin embargo, no gira únicamente en torno a la destrucción global. La película encuentra espacio para explorar tensiones personales, miedos no resueltos y la necesidad de mantener la unión frente al caos.

El verdadero poder de la historia no está solo en sus escenas espectaculares, sino en cómo utiliza la amenaza como catalizador para profundizar en los personajes. No hay prisa, no hay fórmulas prefabricadas. Cada escena sirve para construir un sentido de pertenencia y emocionalidad que rara vez se ve en el género.

Más que una batalla entre el bien y el mal, lo que se representa aquí es la importancia de la empatía, la colaboración y la resiliencia. Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos no salvan el mundo porque tengan poderes, sino porque eligen no separarse cuando todo parece perdido.

Personajes sólidos y una estética que brilla

Uno de los grandes logros del film está en el elenco. Pedro Pascal le da a Reed Richards una serenidad cerebral que no se siente fría, mientras que Vanessa Kirby compone a una Sue Storm poderosa y humana. Joseph Quinn dota a Johnny de una energía juvenil sin caer en lo superficial, y Ebon Moss-Bachrach convierte a Ben Grimm en un personaje entrañable, tan fuerte como sensible.

Los vínculos entre ellos son creíbles y conmovedores. No es solo una familia de superhéroes: es una familia con heridas, con historia, con matices. Esa autenticidad es lo que conecta emocionalmente al espectador con sus aventuras.

A nivel visual, la propuesta es impecable. El diseño retrofuturista no es solo un guiño estético: es parte integral del universo narrativo. La fotografía y la dirección de arte logran que cada plano respire esa fusión entre pasado y futuro. Los efectos visuales son espectaculares, pero nunca opacan la historia; están al servicio del relato, no al revés.

Ritmo que respira y se toma su tiempo

Otro punto fuerte de la película es su ritmo. A diferencia del frenesí típico de muchas cintas de superhéroes, esta producción apuesta por un tempo medido. Las escenas de acción existen y son vibrantes, pero conviven con momentos introspectivos donde los personajes enfrentan sus dudas, sus pérdidas y sus decisiones.

Este equilibrio permite que la película gane profundidad sin perder entretenimiento. El guion, lejos de estancarse, avanza con firmeza, alternando emoción y espectáculo, humor y drama, con una madurez inusual para este tipo de producciones.

La música, compuesta por Michael Giacchino, acompaña a la perfección este viaje emocional. La combinación de melodías clásicas con sintetizadores modernos genera una atmósfera envolvente que refuerza el carácter dual del film: anclado en el pasado, pero con la vista puesta en el futuro.

Una historia independiente que se atreve a ser distinta

A diferencia de otras entregas del universo Marvel, esta película no parece tener urgencia por encajar en un esquema mayor. Su foco está puesto en contar su historia de forma completa, sin la presión de construir franquicias ni de introducir cameos innecesarios. La escena postcréditos está allí para quienes quieran más, pero la experiencia principal es autosuficiente.

Este carácter autónomo es, curiosamente, lo que la hace más fuerte. La cinta no depende del fanatismo previo ni de un conocimiento enciclopédico del MCU. Es una historia bien contada, con alma, con estilo y con personalidad.

Frente al desgaste evidente del género y la saturación del mercado, esta película representa un soplo de aire fresco. Una pausa bien pensada en medio del ruido. Marvel parece haber aprendido que, a veces, menos es más.

Conclusión

Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos no solo revitaliza a uno de los equipos más queridos del cómic, sino que también marca un punto de inflexión en la forma de hacer cine de superhéroes. Con una narrativa honesta, una estética original y un enfoque profundamente humano, esta película se posiciona como una de las propuestas más sólidas y valientes del estudio en años.

No es solo una película sobre salvar al mundo. Esta es una historia sobre lo que significa ser familia, sobre mantenerse firme cuando todo tambalea, y sobre encontrar belleza incluso en medio de la amenaza. En tiempos de fórmulas repetidas, ofrecer algo así no es solo refrescante: es necesario.

Disponible: En cines