Wreck: El crucero del amor gay
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Cuando vi el tráiler de la serie británica creada por la BBC, Wreck (2022), en donde se podía ver a un psicópata vestido de pato persiguiendo a una víctima dentro de un crucero, me entusiasmé pensando que me iba a encontrar con un novedoso slasher, cuya premisa inicial, al menos se veía interesante. Nunca estuve tan equivocado. La serie de 6 capítulos creada por Ryan J. Brown y dirigida en casi su totalidad por Chris Baugh, resultó ser un verdadero fiasco.
Por César Arturo Humberto Heil
Pato al agua
La historia se centra en Jamie Walsh (Oscar Kennedy), quien se infiltra como tripulante del crucero Sacramentum para buscar respuestas sobre la desaparición de su hermana Pippa Walsh (Jodie Tyack), quien trabajaba a bordo del mismo barco.
Una vez adentro se hace pasar por empleado del barco con el nombre de Cormac Kelly (Peter Claffey) un amigo de él, que está también como polizón en el crucero para buscar a su novia Rosie Preston (Miya Ocego) con quien ha roto la relación recientemente.
Con la ayuda de Vivian Lim (Thaddea Graham) una compañera de trabajo, Jamie deberá seguir algunas pistas para descubrir qué le sucedió a su hermana, mientras se van aconteciendo una serie de asesinatos sin un claro sentido y que son tapados por la tripulación del crucero.
El problema que tiene Wreck es que la historia resulta poco interesante y todo lo que allí sucede es intrascendente. En ningún momento se interesa por generar algo de tensión, terror o miedo. La historia discurre entre situaciones amorosas entre Jaime y Olly Reyes (Anthony Rickman) y Vivian y Lily (Ramanique Ahluwalia), pasando por problemas laborales, venta de drogas, fiestas y excesos de los empleados y problemas con la mafia filipina. Todo edulcorado con largas escenas de relleno en donde Jaime recuerda a su hermana Pippa, dilapidando así una historia que podría haber sido al menos interesante.

La serie que no se termina definiendo en ningún sentido. No es un slasher, ni un drama, ni una comedia, a pesar de que bordea todos esos géneros. La trama está llena de situaciones inverosímiles, personajes mal construidos y estereotipados y un uso exagerado en las relaciones no hetero. Un verdadero desperdicio, ya que la idea de un psicópata vestido de pato dentro de un crucero no era mala, pero solo queda relegada a un par de escenas mal filmadas, poniendo el foco en las subtramas de relleno, las cuales resultan intrascendentes y aburridas.
Conclusión
Wreck es aburrida, poco interesante y llena de lugares comunes, que pretende ganar audiencia en la diversidad sexual que muestra, pero que nunca alcanza a emocionar ni a entretener. Solo si no tienen nada para ver.
Calificación: Mala