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Blue Jean: Buscando mi lugar en el mundo

5 minutos de lectura

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista SincericidioBlue Jean es una película dramática británica de 2022, escrita y dirigida por Georgia Oakley, haciendo su debut como directora. La fotografía es de Victor Seguin, la música de Chris Roe, la edición de Izabella Curry y la producción corrió por cuenta de Hélène Sifre. La filmación se realizó en Inglaterra, Reino Unido. Se estrenó el 3 de septiembre de 2022 en la sección Venice Days de la 79ª edición del Festival de Cine de Venecia, ganando el People’s Choice Award. También ganó cuatro Premios del Cine Independiente Británico.

Por Daniel López Pacha

Esta protagonizada por Rosy McEwen (Jean), Kerrie Hayes (Viv), Lucy Halliday (Lois), Lydia Page (Siobhan), Stacy Abalogun (Ace), Amy Booth-Steele (Debbie), Aoife Kennan (Sasha), Scott Turnbull (Tim), Farrah Cave (Michelle), Lainey Shaw (Paula), Izzy Neish (Abi) y Becky Lindsay (Jill).

Sinopsis

En la ciudad de Newcastle en 1988, Jean, una profesora de educación física en una escuela secundaria, enfrenta una lucha interior mientras la legislación propuesta por la Sección 28 amenaza los derechos de la comunidad LGBTQ+. Jean es reservada en el trabajo, evitando la interacción social con sus colegas. Fuera del horario laboral, disfruta de su tiempo en un bar gay junto a su novia Viv y amigos. Sin embargo, su vida da un giro cuando una nueva estudiante amenaza con revelar su secreto.

En su ópera prima, la directora Oakley despliega una asombrosa profusión de detalles con el propósito de infundir vida a los personajes que ha concebido. Sus meticulosos empeños en la codificación cromática de los escenarios, el vestuario y la iluminación, buscan capturar con precisión las emociones y los matices propios de la paleta de colores de los años 80. Su estilo evoca reminiscencias de la cineasta británica Joanna Hogg, reconocida igualmente por su dedicación a la creación de composiciones visuales deslumbrantes en cada cuadro cinematográfico que construye.

El color azul abarca desde tonos grises azulados hasta azules profundamente saturados, y el color que resalta en segunda instancia es el rosa. Este tono parece subrayar las arraigadas expectativas de género impuestas por la sociedad, así como las que provienen de los compañeros de trabajo y los familiares de Jean. Mientras que su compañera de trabajo y su hermana, ambas exudando una feminidad más convencional, se desenvuelven con soltura en tonos de rosa, Jean se encuentra en un ámbito completamente distinto, inmerso en sus matices de azul. A pesar del contraste entre ambos colores, la habilidad cinematográfica de Victor Seguin logra incorporarlos de manera magistral en una visión onírica capturada en película de 16 mm. Aunque la narrativa que rodea a Jean puede ser desgarradora, el talento técnico demostrado por Oakley y su equipo es sencillamente impresionante.

McEwen insufla vida al complejo conflicto interno de Jean a través de cada mirada medida y de cada pose cuidadosamente guardada. Su lenguaje corporal se encuentra tenso como un cable a punto de disparar, dispuesto a romperse en cualquier instante. Esta tensión contrasta radicalmente con la energía que Hayes infunde en Viv, un punk tatuado y afeitado que no se disculpa por nada, siempre listo para responder a miradas desafiantes con una actitud coqueta. Viv no se intimida fácilmente, en marcado contraste con Jean, quien lamentablemente parece vivir en un perpetuo estado de cautela, lo que afecta negativamente su relación.

“Blue Jean” trasciende su condición de mera pieza de época, ya que cobra relevancia en un momento crítico en el que los derechos LGBTQ experimentan retrocesos tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos. En este contexto, la retórica de “proteger a los niños” vuelve a desplegarse como un arma en contra de la comunidad queer, generando una alarmante necesidad de abordar su mensaje.

La lucha interna de Jean por revelar su verdadera identidad o continuar ocultándola para preservar su trabajo, constituye un conflicto central que la atormenta a lo largo de la película. Observamos cómo enfrenta dilemas, como declinar invitaciones al pub por parte de sus colegas, temerosa de ser vinculada con otras personas lesbianas y así poner en peligro su estabilidad laboral. La cinta nos muestra cómo Jean se retira apresuradamente de situaciones incómodas, ya sea cuando un matón acecha a la recién llegada estudiante Lois, o cuando su compañera Viv la llama al trabajo.

Jean trabaja arduamente con Lois, orientándola en cómo evitar cualquier acción que pudiera atraer miradas curiosas. A medida que comparten sus vivencias, la película se adentra en un panorama más amplio, ilustrando la complejidad de llevar una vida queer cuando la sombra de la homofobia está arraigada, ya sea en interacciones personales, en los titulares de noticias o prácticamente en el entorno que nos rodea. En un momento conmovedor, Viv confronta a Jean con frustración acerca de sus intentos de excluir a Lois del bar de lesbianas, planteando la pregunta angustiante: “¿Cómo podrá esta joven sentir que encaja en este mundo?” Desafortunadamente, este cuestionamiento resuena cada vez más en la mente de muchas personas en la actualidad.

La conmovedora atención de Oakley y la apasionante interpretación de McEwen convergen en “Blue Jean”, elevándola a ser una de las películas más asombrosas de este año. Esta obra maestra encapsula una intensa emotividad sin necesidad de abusar de las palabras; su sufrimiento se transmite magistralmente a través de una paleta visual sombríamente hermosa y deslumbrantes actuaciones.

Junto al impecable diseño de producción ideado por Soraya Gilanni y el talentoso trabajo de Kirsty Halliday en el vestuario, la banda sonora de la película sumerge al espectador en la melodía de la época, abarcando desde piezas del new wave como “Blue Monday” de New Order y “Melodies of Love” de Pink Rhythm, hasta las embriagadoras composiciones disco como “First True Love Affair (Remix de Larry Levan)” de Jimmy Ross, y el enérgico ritmo punk de “Maggie Maggie Out Out” de The Larks U.K. Este conjunto de elementos crea una experiencia cinematográfica completa que transporta a la audiencia a través de una emocionante travesía en el tiempo.

Conclusión

A través de su narrativa, “Blue Jean” no solo nos sumerge en una época pasada, sino que también nos hace reflexionar sobre la vigencia de sus temas en la actualidad. La película nos invita a considerar las dificultades persistentes que enfrentan las personas LGBTQ en un mundo en el que la aceptación y la igualdad aún son batallas que deben librar cada día. Si desean verla, podrán encontrarla en alguna página web.

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