Priscilla: Romántica, tóxica, rítmica y elegante

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Un film sobre la vida de Priscilla Presley y su relación con Elvis, con la mirada única de Sofia Coppola. Esa mirada fashionista rockstar y con una gran carga de feminidad que solo ella sabe hacer.

Por Gastón Oliver

Basada en las memorias “Elvis and me” de Priscilla Presley y Sandra Harmon, Sofia sabe cómo darle el tono “naif”, por así decirlo. O más bien melodramático. Es una directora que convierte cualquier historia simple o sin mucho potencial, en una obra de arte. A nivel visual, a nivel estético, en su arte, con la colaboración de Chanel, marca que diseñó el increíble vestuario, y a nivel narrativo. “Priscilla” no es un film para los fanáticos de Elvis, es un film para los fanáticos del cine.

La película retrata el amor tóxico entre Priscilla Beaulieu, interpretada por Cailee Spaeny, y Elvis Presley, interpretado por Jacob Elordi, desde que se conocen en una fiesta, cuando él ya era una estrella del rock and roll, y la soledad a la que se enfrenta Priscilla. Su agobiante mundillo de luces y excesos, exponen un alma solitaria y con cierto vacío. Cuestiones que la directora sabe retratar muy bien, como ya lo hizo en “The Virgin Suicides”, “Lost in translation”, y “Somewhere”. Pero esta vez de un modo relacionado a la fama del personaje de Elvis. Aunque es un film donde prácticamente no hay música del rey del rock and roll, porque no es el foco principal.

La interpretación de Cailee Spaeny es dulce y encantadora, o más bien enamorante. Es un fiel reflejo del tormento y angustia de Priscilla. Y, por otro lado, la interpretación de Jacob Elordi llega a ser astuta y humanamente creíble, y me arriesgaría a decir que diez veces mejor que Austin Butler en “Elvis”, del australiano Baz Luhrmann. Si viste ese film, no esperes algo similar.

“Priscilla” es completamente diferente, obviamente en la focalización narrativa, pero también en el tratamiento de los personajes. Sofía muestra, con una estética “chic”, el submundo de Priscilla Presley, y aun así no cae para nada en lo superficial o cómico.

Hubo cuestionamientos sobre que la película se estrenó al poco tiempo que la de Luhrmann, o que aprovecha el auge del feminismo para sacar a lucir a Priscilla Presley como empoderada y a Elvis como el chico malo. Dos cuestiones que estoy en desacuerdo. Lo primero quizás sea casualidad o simplemente una estrategia de producción, así como cuando se estrenó “Jurassic Park” y salieron diversos films de dinosaurios, porque el tópico estaba en auge. Y lo segundo, como también está en auge una nueva ola del feminismo, quizás Sofia Coppola y el equipo de producción encontraron el momento de realizar una película como “Priscilla”. Pero nada de estas discusiones determina la calidad del film, que en ningún momento llega a estar estrecho al llamado discurso “progresista” o “woke”.

“Priscilla”, un gran film. ¿La mejor de Sofia? No. Pero sin dudas de las que la caracteriza. Una película romántica, tóxica, rítmica, elegante, que Sofia Coppola nos dio el honor de conocer.

Calificación: Muy buena