Day Night Day Night: A puro cine
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Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. He quedado verdaderamente maravillado y sorprendido con Day Night Day Night (2006), un excelente filme independiente de la realizadora Julia Loktev. Las razones son varias, una, la audacia con la que la directora aborda el tema de una joven suicida. Y otra, la simpleza de recursos que utiliza para contar una historia casi mínima. La grandeza del filme radica en que Loktev se detiene en cada detalle de manera minuciosa, casi con metódica obsesión. Todo eso para introducirnos en las horas previas de una joven de origen árabe que se va a inmolar en pleno Times Square.
Por César Arturo Humberto Heil
Pero eso en el filme es pura anécdota. Aquí lo que verdaderamente importa es como esa joven mujer, que llega a una terminal de autobuses y que luego es encerrada en un hotel a la espera de recibir las ordenes que la guiaran en su camino hacia la inmolación, transita sus horas, las cuales parecen eternas. Así, el personaje interpretado por una excelente Luisa Williams se va preparando para el sacrificio. Limpia su cuerpo, cepilla sus dientes, lava su ropa interior, corta sus uñas (pies y manos) y espera, espera paciente que llegue su hora.
El mérito de la directora de Day Night Day Night, es que con pequeñas cosas cotidianas, va construyendo el mundo interior de esa joven anónima. Lo va haciendo con la acumulación de detalles, sobriamente registrados en largos planos y dramáticos silencios. Comienza en un “in crescendo” hasta llegar a un momento de tensión casi insoportable. Son las reiteradas escenas en donde la joven camina por Time Square con su mochila bomba y compra comida de todo tipo, roscas, manzanas con caramelo, postres de chocolate. Esto de alguna manera trasmite la ansiedad de lo que parece inevitable, que se asemejan a la última cena del reo antes de ser ejecutado y que terminan por poner al espectador con los nervios de punta.
También es interesante destacar de Day Night Day Night que en ningún momento se hace referencia a las cuestiones religiosas. Tampoco a las motivaciones que llevan a esta joven a emprender el camino del mártir. El punto es que a Loktev no le interesa hacer un filme político – religioso, sino contar una historia personal y psicológica, despojada de cualquier bandera religiosa.

Conclusión
Con escasez de actores, solo la actriz Williams y algunos árabes encapuchados, sin música, una historia más que simple y un fuerte rigor narrativo que impone un estilo casi documental que por momento recuerda a los hermanos Dardenne. Loktev logra una pequeña obra de arte, digna de estudio en cualquier escuela de cine, para que muchos alumnos que están haciendo sus primeras armas, vean y aprendan que con muy poco se puede hacer una obra maestra. ¡Voila Hollywood!
Calificación: Excelente
Disponible: Internet