Alice, la Gemela del Diablo
2 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Escrita y dirigida por William Mark McCullough, Alice, la Gemela del Diablo (A Savannah Haunting), se presenta como una propuesta interesante dentro del cine de terror. Este punto la vuelve aún más intrigante ya que está inspirada en las vivencias personales del propio director, lo que le da un toque único.
Por Gastón Dufour
Una de las elecciones más acertadas fue la de filmar en la casa embrujada donde McCullough vivió experiencias paranormales. Este detalle no solo le da un plus de realismo difícil de replicar en un estudio; también refuerza la conexión emocional entre el hombre y su historia, lo que se refleja en las escenas más aterradoras. Sin embargo, no es solo la ambientación lo que genera el terror; es el suspenso, bien manejado a lo largo del film, y el desarrollo del personaje principal lo que realmente atrapa.
En cuanto a las interpretaciones, Gena Shaw se lleva todos los aplausos, y no por nada fue reconocida como “Mejor Actriz” en el Catalina Film Festival. Su trabajo logra transmitir con gran claridad la vulnerabilidad y el miedo que carcomen a alguien que se debate entre la razón y la locura. Gracias a su interpretación, el personaje gana una dimensión que va más allá de lo típico en este tipo de películas. En otras manos, podría haber quedado en un papel plano, pero Shaw consigue darle muchas capas, haciéndola sentir más real.
Por otro lado, aunque el guion tiene momentos destacados, se apoya demasiado en los homenajes, lo que le resta originalidad. Por momentos, demora en definir su intención entre el punto anterior o dar sustento definitivo a lo que cuenta. De todas formas, esto no opaca los momentos de mayor tensión.
El trabajo de McCullough también merece su reconocimiento. Maneja muy bien el ritmo, evita los sustos baratos y apuesta por un terror más gradual que se va instalando en la mente del espectador. La casa, más que ser una simple locación, se convierte en un personaje propio, con rincones que ocultan horrores que nos hacen dudar de lo que es real y lo que no.
Alice, la Gemela del Diablo logra ofrecer una experiencia que mezcla muy bien el terror psicológico con los elementos paranormales. La atmósfera oscura y la interpretación principal logran mantener el interés hasta el final. Los fanáticos del género sin duda van a disfrutar esta historia inquietante y auténtica. La cual va a dejar una huella más profunda de lo que se podría esperar en un principio.