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Black Mirror – Temporada 7: Con el espíritu de la serie, pero irregular

10 minutos de lectura

Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Hace unas semanas se estrenó, como ya es costumbre en la plataforma Netflix, Black Mirror – Temporada 7 de la serie antológica de ciencia ficción distópica Black Mirror (2011-2025). Esta nueva entrega, creada por Charlie Brooker, regresa con algunos capítulos muy interesantes y otros no tanto. A continuación, repasamos cuáles son los mejores episodios y cuáles los más flojos.

Por César Arturo Humberto Heil

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Un aspecto destacable desde el inicio es que Black Mirror – Temporada 7 vuelve a las raíces que la hicieron famosa, algo de lo que se había alejado en la temporada 6. Aunque, en lo personal, considero que aquella fue una de las mejores.

A diferencia de la temporada anterior, que combinaba episodios con tecnología con otros más orientados al terror —como Demonio 79 o Lago Henry—, esta nueva entrega retoma el foco en la relación entre el ser humano y la tecnología.

Además, como forma de homenaje y reafirmación de ese espíritu original, la mayoría de los capítulos incluyen referencias a episodios de temporadas anteriores.

Desde esta perspectiva, cualquier fanático podría afirmar que se trata de la mejor temporada por haber retomado el camino que la llevó al éxito. Y aunque eso puede ser cierto en parte, la irregularidad entre los capítulos hace que, en mi opinión, no sea la mejor de todas.

Episodios excelentes, otros no tanto, y mucha auto referencialidad.

Gente común: Cerebro con suscripción

Black Mirror – Temporada 7

Comienzo por el primer episodio, que para mí es el mejor de la temporada: Gente común. Dirigido por Ally Pankiw y escrito por Charlie Brooker sobre una historia coescrita junto a Bisha K. Ali. El episodio nos presenta a Mike (Chris O’Dowd) y Amanda (Rashida Jones), un matrimonio común cuya vida cambia radicalmente tras el diagnóstico de un tumor cerebral en Amanda.

Recurriendo a una empresa médica, aceptan un procedimiento que reemplaza el tumor por material cerebral sintético mediante un sistema llamado Rivermind. Sin embargo, deben pagar una suscripción mensual de 300 dólares para mantener a Amanda con vida. Cuando ella comienza a actuar como una suerte de propaladora de anuncios, descubren que, si no actualizan su plan a uno premium de 800 dólares mensuales, Amanda quedará limitada a una zona de cobertura restringida o deberá dormir más horas para alimentar el servidor al que está conectada.

El episodio es brillante. La tecnología que prometía una solución se transforma en una pesadilla, mientras el matrimonio se hunde en la desesperación económica y emocional. La crítica a la tecnología deshumanizante se combina con una feroz sátira a los sistemas de suscripción de servicios de streaming —incluido Netflix— y al sistema de salud que prioriza el negocio por sobre el bienestar del paciente.

Las referencias a episodios anteriores no se hacen esperar. El hotel donde celebran su aniversario se llama Junipero, aludiendo claramente al episodio San Junipero (T4E3). La canción Anyone Who Knows What Love Is —introducida en Quince millones de méritos (T1E2)— suena en voz de una pareja de cantantes. También hay guiños a El momento Waldo (T2E3), a través de un usuario llamado “Yo soy Waldo” en el sitio Dum Dummies, donde Mike se humilla por dinero. Y a Odio nacional (T3E6), cuando Amanda da una clase sobre abejas robot polinizadoras.

Gente común es uno de los episodios más angustiantes y desesperanzadores de toda la serie, comparable solo con Cocodrilo (T4E3).

Bête Noire: Estados alterados

Black Mirror – Temporada 7

El segundo episodio, Bête Noire, dirigido por Toby Haynes y escrito por Brooker. Aquí nos presenta a María (Siena Kelly), especialista en golosinas que trabaja para la empresa Ditta. Su vida da un vuelco cuando, en una prueba de productos, se reencuentra con Verity (Rosy McEwen), excompañera de secundaria y víctima de bullying en su adolescencia.

Desde la llegada de Verity, quien se incorpora a la empresa como asistente de calidad, la realidad de María comienza a alterarse de forma inexplicable, siempre quedando ella como la “mala” y Verity como la “buena”. María deberá descubrir cómo su antigua compañera manipula la realidad si quiere recuperar su vida.

El episodio está lleno de referencias: Kae (Michael Workeye), novio de María, trabaja en Barnie’s Chicken, el mismo lugar donde lo hacía Kenny (Alex Lawther) en Cállate y baila (T3E3). También se menciona la marca de leche de almendras Raiman, guiño al personaje de Madeline Brewer en El hombre contra el fuego (T3E5).

Bête Noire refleja las devastadoras consecuencias del abuso escolar y construye una historia de venganza bien estructurada. Su ritmo vertiginoso acompaña el desconcierto de María, atrapada en una realidad que se le escapa de las manos. Lo más flojo es el final, que resulta poco creíble en relación con la evolución del personaje. Aun así, es uno de los episodios que más disfruté.

Hotel Reverie: Inclusión forzada

Black Mirror – Temporada 7

El tercer episodio, Hotel Reverie, dirigido por Haolu Wang y escrito por Brooker, es el más desigual y el que menos me gustó. La historia sigue a Kimmy (Awkwafina), quien quiere hacer un remake de la película Hotel Reverie (de los años 40) mediante tecnología inmersiva que permite reemplazar a los protagonistas.

La idea en principio es atractiva, pero las situaciones se sienten forzadas. Kimmy busca reemplazar al actor principal (Dr. Parker) con Ryan Reynolds o Ryan Gosling, pero ambos rechazan la propuesta. Así, Brandy Friday (Issa Rae), una actriz afroamericana, se suma al proyecto sin ensayos ni acuerdo económico alguno.

El personaje original es un hombre, y Brandy es una mujer. Esa diferencia genera un conflicto técnico y narrativo difícil de resolver. Se nota el esfuerzo por abordar temas como la inclusión racial y de género, así como la representación LGBTQ+, pero el resultado es artificial. La relación romántica entre Brandy y Dorothy Chambers (Emma Corrin) carece de química, y Brandy no actúa como su personaje, sino como ella misma dentro del filme.

Las referencias no faltan: Brandy investiga a Dorothy en YouTube y encuentra videos de Pia (Myha’la) y Davis McCardle (Samuel Blenkin), protagonistas de Lago Henry (T6E2). También se ven guiños a Demonio 79 (T6E5), y el chip Nubbin recuerda la tecnología de Toda tu historia (T1E3).

A pesar de sus intenciones, Hotel Reverie es un episodio confuso, con un guion débil y lleno de resoluciones apresuradas. Una idea interesante que se diluye en la ejecución.

Juguetes: La dominación de los Tropeles

Black Mirror – Temporada 7

El cuarto episodio se titula Juguetes. Con guion de Charlie Brooker y dirección de David Slade —conocido por sus filmes Hard Candy (2005) y 30 Days of Night (2007) y el largometraje interactivo del universo Black Mirror: Bandersnatch (2018) así como por haber dirigido varios episodios de la serie.

El capítulo se sitúa en un Londres del futuro cercano, donde Cameron Walker (Peter Capaldi), un personaje excéntrico, es arrestado por intentar robar una botella de licor. La policía descubre que es el principal sospechoso de un asesinato ocurrido en los años 90. Como nunca se logró identificar a la víctima, ya que el cadáver fue descuartizado, Walker es interrogado para que revele su nombre.

Durante el interrogatorio, Walker relata una extraña historia que lo vincula con un inusual videojuego en fase de prueba de aquella época, cuando él trabajaba como crítico de videojuegos. El juego fue creado por Colin Ritman (Will Poulter) y consiste en adorables formas de vida artificial que evolucionan por sí solas, llamadas Tropeles, a quienes solo hay que cuidar y alimentar. Walker roba el CD del juego y comienza a entablar una relación con las diminutas criaturas, especialmente cuando logra comunicarse con ellas después de drogarse con LSD. A pedido de los Tropeles, compra nueva tecnología para ayudarlos a expandirse en el universo digital, permitiendo que se multipliquen cada vez más.

Cuando el “camello” Lump (Josh Finan), quien le provee el LSD, se queda en el departamento de Walker y comienza a matar Tropeles, este lo descubre y desata toda su furia sobre el sorprendido Lump para evitar la matanza de los Tropeles.

Este episodio es Black Mirror en estado puro: tecnología, inteligencia artificial avanzada y con vida propia. Las referencias no podían faltar. La más destacada es el regreso de Colin Ritman y Mo Thakur (Asim Chaudhry), personajes que ya habían aparecido en Bandersnatch (2018). Además, se revela que Ritman es fan de Waldo, el polémico candidato político animado que aparece en el episodio de la segunda temporada El momento Waldo.

Si bien el final era esperable, es como si se hubiese quedado corto en su resolución, no obstante, Juguetes es otro muy buen episodio de esta nueva temporada.

Apología: Un pasado sin rostro

El quinto episodio se titula Apología. Está dirigido por Christopher Barrett y Luke Taylor, y escrito por Charlie Brooker y Ella Road. La historia nos cuenta cómo Phillip (Paul Giamatti), tras recibir una llamada de un representante de Kelly Royce (Patsy Ferran), la hija de su exnovia Carol Royce (Rebecca Ozer), quien ha fallecido, accede a compartir sus recuerdos con los familiares de la difunta para la ceremonia funeraria, a través de una nueva tecnología inmersiva llamada Eulogy. Este innovador desarrollo permite a los usuarios bucear en sus recuerdos e introducirse en fotografías antiguas para crear así una imagen más completa de la persona fallecida.

Phillip no puede compartir ningún recuerdo claro, ya que su abrupta ruptura con Carol ha dejado huellas dolorosas que bloquean esa parte de su memoria. La inteligencia artificial le sugiere introducir algunas fotografías, pero Phillip solo conserva tres polaroids, y en ninguna puede verse a Carol, ya que, en su resentimiento por haber sido dejado, borroneó o rompió su rostro. Para ayudarlo a recordar, la IA lo introduce en una de las imágenes y lo asiste en revivir ese momento.

Hacia el final, Phillip se da cuenta de que había convertido a Carol en una villana, cuando en realidad no fue así. Gracias al universo inmersivo de Eulogy, puede acceder a una nueva perspectiva sobre lo que ella estaba atravesando, una visión que no se había permitido por su propia interpretación de los hechos, y logra redimirse del odio acumulado durante años.

El episodio conjuga con maestría las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial con una historia de amor profundamente conmovedora. Pasado y presente armonizan en un sutil diálogo de fotografías estáticas para hablarnos sobre la redención y el perdón. Pero por, sobre todo, de aquellas interpretaciones erróneas que muchas veces hacemos y que nos marcan de por vida.

De todos los episodios, este es el más bello y emotivo, y uno de los mejores filmados de toda la serie. La actuación de Paul Giamatti es conmovedora, logrando momentos realmente sublimes. Sin dudas, es mi favorito de esta temporada.

En este episodio no existen referencias a otros capítulos de la serie.

USS Callister: Into Infinity: Universo colapsado

El sexto y último episodio es USS Callister: Into Infinity. Está dirigido por Toby Hayes y escrito por Charlie Brooker, Bisha K. y Ali William Bridges. Este capítulo es una continuación directa del episodio icónico de la cuarta temporada USS Callister (T4E1) Esta vez, la historia se centra en la lucha de Nanette Cole (Cristin Milioti) y su tripulación digital por sobrevivir dentro del inmenso universo virtual de Infinity, después de haberse liberado del control de Robert Daly (Jesse Plemons)

Sin embargo, descubren una aterradora realidad: en este nuevo entorno, sus muertes serían permanentes. Consciente de ello, Nanette idea un plan arriesgado para acceder al código fuente del juego y crear un universo privado donde su equipo pueda vivir en paz, lejos de la amenaza constante de los jugadores reales.

El episodio cierra con una crítica feroz al abuso de poder y a la deshumanización digital. Robert Daly, pese a ser víctima en la vida real, demuestra que la maldad puede perpetuarse incluso en un entorno virtual. Nanette, en cambio, se erige como la verdadera heroína, salvando a su tripulación a costa de cargar con ellos en su mente.

El cierre deja un futuro abierto, con la posibilidad de que Nanette, junto a Kabir (Paul G. Raymond), cree un nuevo universo para sus amigos. Un recordatorio sombrío de que incluso cuando se destruyen los sistemas opresores, las secuelas de sus actos persisten.

Si bien resulta un producto interesante, su extrema duración de una hora treinta minutos y algunos giros en la historia complejos y confusos hacen que no sea uno de los mejores episodios.

En cuanto a las referencias el episodio es una referencia en sí mismo. Pero las mayores referencias las encontramos hacia el final del episodio cuando se muestran una serie de titulares como: “El reboot de Hotel Reverie llega a Streamberry”, en una obvia referencia a Hotel Reverie y Joan es horrible (T6E1) “Estrenan Tropeles 2 y la crítica le aplaude” una clara referencia al episodio Juego. “Dimite el director técnico de Rivermind” en referencia a Una pareja cualquiera y El ex primer ministro británico Michael Callow entra en la Celebrity Vet School una brillante referencia al episodio El himno nacional (T1E1).

Conclusión

Black Mirror – Temporada 7 representa una especie de regreso a casa. Recupera el espíritu crítico, distópico y tecnológico que convirtió a la serie en un ícono de la ciencia ficción contemporánea. Sin embargo, esa vuelta a las raíces no logra ocultar la irregularidad en la calidad de los episodios.

Mientras capítulos como Gente común, Juguetes y Apología se destacan por su potencia narrativa, originalidad y profundidad emocional, otros como Hotel Reverie o incluso USS Callister: Into Infinity se sienten más forzados o desbalanceados.

En definitiva, Black Mirror sigue vigente y relevante, pero esta temporada demuestra que, incluso con buenas ideas y una producción impecable, no todos los experimentos narrativos logran el mismo impacto. Aun así, cuando acierta, sigue siendo una de las series más inquietantes e inteligentes del panorama actual.

Disponible: Netflix

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