El buen patrón.
2 minutos de lectura
Por Jorge Marchisio.
Bienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio.
Llega a nuestros cines una película proveniente de España, y con bastantes laureles detrás. Estamos hablando de El buen patrón, film protagonizado por Javier Bardem y que recibió una catarata de nominaciones y premios Goya que hicieron despertar nuestra curiosidad en este proyecto. Veamos qué tal resultó.
Conocemos a Blanco, un empresario que se dedica a fabricar básculas de diferente índole. Al parecer es muy atento con sus empleados y cualquier problema que tengan, lo asume como propio; pero a medida que avanza la película, iremos viendo cómo en realidad es una persona bastante ventajera, y que solo utiliza a los demás.

Voy a serles sincero, al inicio, El buen patrón me estaba aburriendo bastante. Es entendible que se tomen su tiempo para establecer la rutina de nuestro personaje principal, y de a poco ir dando pistas de cómo es su verdadera personalidad, pero no por eso se tienen que demorar más de cuarenta minutos. Y sí, en más de un momento miré el reloj a ver cuánto faltaba, pese a que el proyecto cuenta con Javier Bardem, actor que en lo personal entraría entre mis preferidos del cine en general.
No es hasta la aparición del personaje de Almuneda Amor (a quien ya vimos en La abuela, reseña en este descarado link) que la historia se empieza a encausar, y es cuando la película levanta. Y no lo hace gradualmente, sino que el humor negro y bizarro que tan bien manejan los españoles, se hace presente y no nos suelta hasta el final. Una pena que las dos horas de metraje no fueran así.

Con respecto a las actuaciones, correctas todas. Bardem sabe interpretar muy bien a su personaje, un jefe que se la da de buena persona pero que en realidad sus empleados le valen cinco, incluso si los tiene que dejar en la calle. Mientras que la ya citada Amor, vuelve a mostrar que está para cosas grandes, ojalá no le perdamos el rastro. El resto del elenco acompaña bastante bien, destacando en especial Manolo Solo, dando vida al personaje que quizás sea el que desestabiliza todo.

Para no extendernos demasiado, El buen patrón es, justamente, una buena película. Su mayor defecto es que tarda bastante en arrancar; pero si le tienen paciencia a esos cuarenta minutos iniciales, se van a encontrar con situaciones bastante hilarantes, y un Bardem que sabe hacer estos personajes de taquito. No la dejen pasar.