El extraño vicio de la señora Wardh: Asesino acechando las calles de Roma
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Bienvenidos a una nueva nota de Revista Sincericidio. Cuando se habla de cine de género realizado en Italia, se habla del giallo, o sea cine de suspenso y sobre todo de su máximo exponente, Dario Argento. Si uno hila fino puede encontrarse con otros nombres, como el de Mario Bava (1914-1980) quien en 1962 estrenó La chica que sabia demasiado, la primera película de este subgénero. Pero tampoco fue el único, en la época de oro del giallo, entre 1970 y 1972 aparecieron nombres como el de Lucio Fulci (1927-1996) Umberto Lenzi (1931-2017) y Sergio Martino.
Por Santiago González
Es justamente este último el que hizo varios de los giallos más valiosos de la época, empezando justamente con El extraño vicio de la señora Wardh (1970), una historia que mezcla un asesino acechando las calles de Roma, una mujer con un pasado masoquista y sus amantes quienes podrían o no ser aquel asesino.
Sergio Martino había comenzado su carrera un par de años antes sumando al spaguetti western. Como muchos directores italianos de cine de explotación se sumaba a cuanto genero se pusiera de moda. Cuando El pájaro de las plumas de cristal (1970, Dario Argento) fue un éxito, fue hora de subirse a un nuevo carro. Y gracias a dios que lo hizo.
Martino impuso un estilo totalmente diferente al de Argento, Bava o Fulci. En su cine se hacen presentes incontables ideas visuales. Una puesta en escena extraña, donde predominan movimientos de cámara y planos extraños. Hay un gusto por la vestimenta de los actores, por la arquitectura de los lugares y sobre todo un gusto por la sexualidad, algo predominante en el giallo pero que Martino filma con gusto de ver desnudos. No es lo único, también se hace presente el gusto por filmar una escena de suspenso seguido de un asesinato. Podría decirse que es un cine que lleva al extremo el giallo o, mejor dicho, el preciosismo del giallo.
El extraño vicio de la señora Wardh es un claro ejemplo de esto. Sus incontables vueltas de tuerca nos mantienen intrigados, hasta el final no sabemos quién es el asesino. A esto se le suma que sin proponerlo Martino puso de moda a Edwige Fenech, esposa de su hermano Luciano, como reina no solo del cine giallo sino también del cine de explotación italiano. Y sumo a otros nombres como el uruguayo George Hilton (1934-2019), el argentino Alberto De Mendoza (1923-2011) y al serbio Ivan Rassimov (1938-2003) como protagonistas y actores que serían caras reconocibles dentro de este subgénero.

El éxito de la película disparó una serie de películas de Martino dentro del giallo, que se alzan como las opciones más interesantes si uno quiere explorar este maravilloso subgénero.