Kill: Una Obra de Violencia Coreográfica
5 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Kill, película de suspenso y acción hindi de 2023, con guion y dirigida por Nikhil Nagesh Bhat. Producida por Karan Johar, Guneet Monga, con fotografía de Rafey Mehmood, la música de Ketan Sodha, la edición de Shivkumar V. Pánico. El film se atreve a desafiar estos estereotipos, presentándose como un thriller de acción sangriento que mantiene al espectador al borde de su asiento desde el primer minuto hasta los créditos finales.
Protagonizada por Lakshya (Amrit Rathod), Raghav Juyal (Fani), Tanya Maniktala (Tulika Singh), Abhishek Chauhan (Viresh Chatwal), Ashish Vidyarthi (Beni), Harsh Chhaya (Baldev Singh Thakur), Adrija Sinha (Ahaana Singh), Sahil Gangurde (Badlu), Priyam Gupta (Kulli), Vivek Kashyap (Mukund), Sameer Kumar (Bechan), Calib Logan (Brahmeshwar).
Sinopsis
Cuando Amrit, un agente de las fuerzas especiales descubre que su verdadero amor, Tulika, está siendo forzada a un matrimonio arreglado, decide tomar cartas en el asunto. Sin perder tiempo, aborda un tren con destino a Nueva Delhi con la misión audaz de detener la boda. Sin embargo, lo que parecía un viaje ordinario se convierte en una pesadilla cuando una banda de despiadados criminales, liderados por el cruel Fani, toma el control del tren, sembrando el terror entre los pasajeros. Amrit, impulsado por su instinto protector y su entrenamiento, desata una batalla feroz contra los asaltantes, transformando el trayecto en una aventura cargada de adrenalina, en la que deberá enfrentarse no solo a sus enemigos, sino al tiempo que corre en su contra para salvar a Tulika.
Kill, danza mortal
Lo primero que salta a la vista en Kill es su increíble coreografía de acción. Las secuencias de lucha, diseñadas por expertos en artes marciales, son crudas, viscerales y brutales. Bhat utiliza cada espacio del tren, desde los estrechos pasillos hasta los compartimentos cerrados, para crear una sensación de claustrofobia y desesperación. La violencia es explícita, pero está tan cuidadosamente orquestada que se asemeja más a una danza mortal que a una simple lucha por la supervivencia. Cada golpe tiene un propósito, cada movimiento es una pieza más del rompecabezas en esta lucha de vida o muerte.
La sangre es casi un personaje más en la película. Las heridas abiertas, los huesos rotos y las salpicaduras de sangre que cubren las paredes del tren sirven para subrayar la intensidad de la violencia. Pero no es violencia gratuita, cada escena está diseñada para impactar y sumergir al espectador en la crudeza de la situación. La cámara no se aparta de los momentos más desgarradores, obligando al público a enfrentar la realidad de la mortalidad de los personajes.
Un tren como personaje
El tren en sí juega un papel crucial en la película, y es evidente que Bhat lo utiliza como un símbolo de la tensión creciente y el conflicto inminente. Cada vagón es como un capítulo diferente en la batalla de Amrit contra los secuestradores, y la transición de un vagón a otro refleja la evolución de la narrativa y del personaje principal.
Los vagones estrechos y oscuros actúan como una cárcel para los personajes, limitando sus movimientos y aumentando la sensación de peligro inminente. No hay escapatoria, ni para los héroes ni para los villanos. En este sentido, el tren es un reflejo de la batalla interna de Amrit, atrapado entre su amor por Tulika y su deber como soldado. Este confinamiento físico se ve reflejado en el crecimiento emocional del protagonista a lo largo de la película.
Si bien Kill es una película de acción, Nikhil Bhat no descuida el desarrollo de los personajes. Amrit, interpretado con intensidad por un actor cuya presencia física es imponente, es mucho más que un simple héroe de acción. Su dolor emocional y la frustración de amar a alguien que no lo corresponde añaden una capa de profundidad a su carácter. Esto se refleja en la ferocidad con la que lucha, como si cada golpe fuera una manera de liberar sus emociones reprimidas.
Por otro lado, Tulika, aunque inicialmente parece el clásico “objeto a proteger”, evoluciona en el transcurso de la película. A medida que la trama avanza, demuestra ser un personaje fuerte, tomando decisiones difíciles y mostrando coraje en momentos críticos. Esta evolución añade complejidad a su relación con Amrit, creando una dinámica que va más allá de la típica pareja en peligro.
El antagonista, Fani, es otro punto destacado. Su carisma oscuro y su capacidad para generar terror en cada escena le convierten en un villano memorable. No es un antagonista unidimensional, sus motivaciones están impulsadas por una mezcla de codicia y orgullo, lo que le hace aún más aterrador. Su enfrentamiento con Amrit no es solo físico, sino también una batalla de voluntades, donde cada uno está dispuesto a ir hasta el final.
Nikhil Bhat muestra una notable maestría en la dirección de Kill. La elección de mantener la acción dentro de los confines del tren le otorga a la película una atmósfera claustrofóbica que incrementa la tensión en cada momento. Las cámaras se mueven ágilmente entre los personajes, capturando la brutalidad de las peleas sin perder nunca de vista la narrativa.
El estilo visual de la película se caracteriza por su uso de colores apagados y luces parpadeantes que acentúan la sensación de peligro. Las sombras y el movimiento rápido en los pasillos estrechos del tren contribuyen a crear una atmósfera de paranoia, donde cada rincón puede esconder una amenaza.
Además, la edición precisa y la música contundente completan el ambiente sombrío y tenso de la película. Cada escena de combate está acompañada por una banda sonora que aumenta la adrenalina, pero también sabe cuándo bajar la intensidad, permitiendo que los momentos de calma antes de la tormenta se sientan aún más agobiantes.
Conclusión
Kill es un testamento de cómo el cine hindi ha evolucionando hacia nuevos horizontes, explorando géneros que no han sido su fuerte. Nikhil Bhat ha logrado crear una película de acción visceral, donde la violencia no solo es estética, sino también emocional. Las coreografías de lucha, el uso del tren como metáfora del conflicto y el desarrollo de personajes complejos elevan a Kill más allá de una simple película de acción.
Para los amantes del cine que disfrutan de la acción brutal con un toque de profundidad emocional, Kill es una obra imperdible. Demuestra que, incluso en los confines más estrechos y violentos, hay espacio para la exploración de las emociones humanas y los dilemas morales.
Dato
Ya se comenta que la película tendrá un remake en Hollywood, dirigido por Chad Stahelski, el talentoso cineasta detrás de la exitosa saga John Wick.