Grotesquerie: Verdades oscuras, fe quebrantada
6 minutos de lecturaBienvenidxs a una nueva nota de Revista Sincericidio. Grotesquerie, serie de televisión estadounidense de horror y drama. Creada, escrita y con producción ejecutiva de por Ryan Murphy, Jon Robin Baitz y Joe Baken para FX. Con fotografía de Carolina Costa y Blake McClure, con música de Morgan Kibby. La filmación inició en Los Ángeles en abril de 2024 y concluyó en agosto del mismo año.
Protagonizada por Niecy Nash-Betts (detective Lois Tryon), Courtney B. Vance (Marshall Tryon), Nicholas Alexander Chavez (Padre Charlie), Micaela Diamond (hermana Megan), Raven Goodwin (Merritt Tryon), Lesley Manville (enfermera Redd), Travis Kelce (Ed Laclan).
Sinopsis
La detective Lois Tryon investiga una serie de crímenes atroces que parecen desafiarla de manera personal, mientras lidia con problemas familiares y sus propios conflictos internos. Sin pistas claras, acepta la ayuda de la hermana Megan, una monja con un pasado difícil pero una fe inquebrantable. Juntas, se adentran en una oscura red de secretos y preguntas sin respuesta, enfrentando el mal que amenaza a la comunidad.
Un misterio visceral
Ryan Murphy regresa con Grotesquerie, una serie que parece reunir y amplificar los elementos más característicos de su estilo: el exceso visual, los personajes extravagantes y el uso del horror como herramienta de crítica social. Sin embargo, esta nueva propuesta lleva las cosas aún más lejos, explorando los rincones más oscuros y perturbadores de la mente humana mientras juega con las expectativas del género.
La serie, centrada en la detective Lois Tryon y su colaboración con la hermana Megan, combina intriga policial, terror psicológico y un análisis profundo de la moralidad humana en un contexto contemporáneo.
Lois encuentra en la hermana Megan un inesperado pilar de apoyo. El contraste entre el escepticismo de Lois y la fe inquebrantable de Megan impulsa no solo la narrativa, sino también una reflexión sobre el bien, el mal y la resiliencia.
La investigación las lleva a descubrir una red de secretos que va más allá de lo imaginable, desenterrando verdades que sacuden las bases de su fe (literal y figurativamente) y poniendo en duda la naturaleza misma del mal que enfrentan.
Un guion con actuaciones que conmueven
Niecy Nash-Betts brilla como Lois Tryon, aportando una intensidad cruda y una fragilidad emocional palpable que elevan cada escena en la que aparece. Su interpretación de una mujer atrapada entre su deber profesional y sus propios demonios personales es devastadora. Por otro lado, Micaela Diamond sorprende con su papel como la hermana Megan, entregando una actuación medida pero apasionada, con un equilibrio perfecto entre fortaleza y vulnerabilidad. La química entre ambas actrices es uno de los puntos fuertes de la serie.
El guion de Murphy y su equipo no solo aborda el misterio central, sino que también explora temas como el trauma, la fe, la culpa y el sacrificio. Si bien algunas subtramas pueden sentirse algo aceleradas, la mayoría de los episodios logran un balance sólido entre desarrollo de personajes y avance en la trama.
Un horror tan fascinante como perturbador
Si algo distingue a Ryan Murphy es su capacidad para llevar al límite las representaciones de horror en la pantalla. Cuando se lo propone, no teme sumergir al espectador en los rincones más oscuros y atroces de la mente humana.
Grotesquerie es un claro ejemplo de esta audacia narrativa. La serie impacta desde su inicio con una escena brutal: la macabra muerte de una familia entera, incluidos los niños, quienes, antes de ser desmembrados, son obligados a consumir partes del cuerpo del padre. Este estremecedor comienzo marca la pauta de una historia llena de crímenes cada vez más perturbadores.
Uno de los aspectos más destacados de la serie, es su impresionante fotografía. Los momentos de mayor tensión se construyen visualmente, con un uso magistral de encuadres y luces que capturan la amenaza constante del asesino. Es a través de la cámara que Grotesquerie logra transmitir una atmósfera sofocante, especialmente en las escenas en las que el criminal acecha a la detective, transformando cada rincón en un espacio cargado de peligro.
Oscura y grotesca
En el universo de Ryan Murphy, lo grotesco no es solo un adorno visual, sino el engranaje central que impulsa cada historia. Su obra captura la tensión constante entre el horror interno de sus personajes y un mundo exterior que parece moldeado por sus miedos y deseos más oscuros. Esto se hace evidente en cada encuadre, donde el lenguaje visual se convierte en un personaje más, tan crucial como los protagonistas.
La fotografía en sus series no busca comodidad ni belleza convencional. En cambio, en Grotesquerie deforma la percepción, invitando al espectador a mirar más allá de lo evidente. Los paisajes lúgubres y las atmósferas opresivas no solo establecen el tono, sino que reflejan las fracturas emocionales y morales de los personajes. Murphy emplea la iluminación y los colores de manera quirúrgica, tejiendo una sensación de inestabilidad que transforma incluso los escenarios más cotidianos en pesadillas vivientes.
La música es otro pilar esencial en esta maquinaria estética. No se limita a ser un acompañamiento, sino que actúa como una fuerza perturbadora que intensifica la incomodidad. Cada nota, cada silencio, está diseñado para mantener al espectador en un estado de constante alerta, incapaz de relajarse.
Murphy y sus pesadillas
Murphy también es maestro en difuminar los límites entre realidad y fantasía. Sus historias nos empujan a cuestionar qué es verdadero y qué es una proyección de los temores y traumas de sus personajes. En este sentido, sus series funcionan como espejos deformantes que revelan aspectos incómodos de nuestra propia naturaleza humana: lo grotesco como un reflejo inevitable de lo que somos.
El lenguaje en las series de Ryan Murphy es mucho más que un medio de comunicación; es un arma que manipula, revela y oscurece a partes iguales. Con una habilidad magistral, Murphy construye diálogos que no solo avanzan la narrativa, sino que también tejen una red de significados subyacentes, retorciendo las palabras hasta exponer lo oculto tras los gestos y las acciones de los personajes. Cada línea parece cuidadosamente diseñada para provocar una reacción, ya sea emocional, intelectual o visceral.
Grotesquerie tiene sus diálogos son densos y cargados de metáforas, transformándose en una ideología en sí mismos. No son simplemente un intercambio de información, sino un juego de capas donde lo explícito y lo implícito se entrelazan. Este enfoque obliga al espectador a permanecer alerta, a descifrar intenciones y a reinterpretar constantemente lo que se dice y lo que se insinúa. Es un rompecabezas lingüístico que enriquece la experiencia y amplía el impacto de cada conversación.
Una narrativa compleja, pero reflexiva
Lo más fascinante es cómo este lenguaje meticuloso crea un puente entre el mundo interno de los personajes y el espectador. Los diálogos no solo desnudan los defectos, temores y obsesiones de quienes los pronuncian, sino que también invitan a la audiencia a reflexionar sobre sus propias percepciones y prejuicios. La narrativa se convierte en un espacio bidireccional, donde las palabras son espejos y las metáforas, caminos hacia verdades más profundas.
Ryan Murphy utiliza esta complejidad verbal para sostener un delicado equilibrio entre lo simbólico, lo narrativo y lo grotesco. Es esta precisión en el uso del lenguaje lo que eleva sus series a un nivel casi hipnótico, manteniendo al espectador cautivo no solo por las imágenes inquietantes, sino también por el peso de las palabras que resuenan mucho después de haber sido pronunciadas.
Conclusión
Grotesquerie es un recordatorio del talento único de Ryan Murphy para capturar lo macabro y lo hermoso en un solo cuadro. Aunque no es para todos, especialmente por sus temas inquietantes, como la fe, el alcoholismo y la bulimia. Esto es llevado con un tono deliberadamente opresivo, los fanáticos del horror artístico encontrarán mucho para disfrutar. Es una de esas series que desafía al espectador a mirar más allá de la superficie. Lo hace ofreciendo un espejo oscuro que refleja los monstruos dentro de nosotros con escenas intensas, violentas y gráficamente impactantes.
Disponible: Disney+